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Mejoran los ingresos del agro, pero no alcanza

Respecto a la situación proyectada hacia finales de febrero (US$ 26.650 millones), el ingreso de divisas proyectado en la actualidad (US$ 30.650 millones) ha tenido un aumento de casi US$ 4.000 millones. Entre las lluvias de la primer quincena de marzo , con gran recuperación de los cultivos estimando ahora una mejor producción y aumento de los saldos exportables , y la recuperación de los precios internacionales , ha sido combo perfecto que ayudó a la mejora en el ingreso de divisas.

En la comparación anual el ingreso de divisas 2024 sería US$ 30.651 millones y aumentaría en US$ 2.650 millones con respecto a 2023 (US$ 28.000 millones). En 2022, en tanto, el ingreso había sido de US$ 48.000 millones.

Donde podremos encontrar diferencias este año es en la proyección futura del ingreso de divisas, en una coyuntura con alta carga de incertidumbre.

Nuestra proyección es una caída en el trimestre abril-junio contra igual trimestre del año anterior. Estamos proyectando US$ 2.500 millones para abril, US$ 2.000 millones para mayo y US$ 1.700 millones para junio.

Así, el ingreso divisas acumulado en el primer semestre arroja una cifra muy similar entre las dos campañas: lo proyectamos en US$ 10.722 millones este año, contra US$ 11.029 millones en 2023.

Como vemos son cifras muy similares. Lo que ha cambiado es la distribución de la liquidación de divisas en los respectivos meses que componen el semestre. Hoy está en serio riesgo la competitividad del sector agro-exportador de nuestro país y la rentabilidad de los productores argentinos.

Mientras la Argentina pierde competitividad, los productores ven cómo los precios que reciben por su cosecha se van licuando, se reduce su capacidad de compra y se torna más desventajosa la relación insumo/producto: el productor tiene que vender más grano para comprar el mismo insumo o servicio con respecto a la campaña anterior.

En esta oportunidad no apareció ningún cisne negro, ni se produjo una fuerte baja de los mercados que pudiera impactar negativamente en el ingreso de los productores agrícolas. Muy por el contrario, los precios internacionales revirtieron la tendencia bajista que se había consolidado durante los últimos 12 meses, entrando en estas últimas dos semanas en un nuevo rally alcista, que parece anticipar un sostenido cambio de la tendencia de los precios. Y todo esto se ha visto reflejando en la mejora de los precios: el maíz, con ganancias del 5% en las cotizaciones en dólares, y la soja, con subas de 7% en el disponible y de 4% en las posiciones futuras nueva cosecha.

Pero estas subas no fueron suficientes para compensar la caída del tipo de cambio conocido como dólar mix 80/20 por la baja registrada en el contado con liqui, ni para compensar el atraso cambiario medido como el crawling peg de 2%, insuficiente para compensar la inflación.

El salto del dólar se origina en el ajuste de 118% que el Gobierno efectuó sobre el dólar oficial el 12 de diciembre, primer día hábil posterior a la asunción del presidente Milei. El 22 de enero de fue el precio máximo del contado con liqui ($ 1.312,49) y el 18 de marzo cotizó a $1.070. Acumuló una baja de $ 242 equivalente al 18,5 %. En el mismo período el precio del dólar oficial aumentó 3,5%. La combinación entre la baja del CCL y la suba del dólar oficial, arroja una caída de 2,7% en el dólar mix.

Con respecto a la inflación, en diciembre fue de 25,5% , en enero 20,6%, febrero 13,2% y marzo se proyecta similar a febrero. La inflación nominal acumulada diciembre-febrero fue de 59,3 %.

El tipo de cambio multilateral (ITCRM) pasó del máximo de 161 (12 de diciembre) a 106 de hoy. Se trata del principal indicador de la pérdida de competitividad de las exportaciones de la Argentina. El crawling peg de 2% mensual no es suficiente para compensar el sostenido nivel de la inflación.

En consecuencia, los productores agropecuarios ven reducidos sus ingresos en pesos, pues se produce un aumento de sus costos de producción y de bienes y servicios en dólares, como consecuencia del atraso cambiario y la inédita inflación en dólares.

De continuar esta tendencia, la Argentina será un país cada vez más caro en dólares, los productores verán reducidos cada vez más su poder adquisitivo y deberán vender más granos para comprar misma cantidad de insumos o pagar sus servicios, en comparación con la campaña anterior.

Con esta estructura de costos, de ingresos y egresos, la mayoría de los productores tienen rentabilidad negativa.

A menos que el Gobierno aumente la tasa de crawling peg (el Gobierno ha negado una devaluación o algo que se le parezca) , para poder compensar al menos la tasa de inflación, y se logre mejorar la competitividad perdida de nuestro país, seguiremos siendo un país con problemas para exportar y será imposible competir en el comercio mundial, a menos que ajustemos hacia abajo nuestros precios de exportación, con bajas en los precios que recibirán los productores.

Otra alternativa sería llevar el dólar mix al 50/50 entre dólar oficial y CCL.

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