En diálogo con Canal E, el presidente de Argentrigo, Martín Biscarque, destacó el buen estado del trigo sembrado, pero advirtió que el sector sigue condicionado por problemas fiscales, financieros y de infraestructura.
Buen clima y buenas proyecciones para la cosecha de trigo
La campaña triguera 2025 muestra señales positivas. “Todavía el 90% del área de trigo está en muy buenas condiciones”, señaló Biscarque, y proyectó una muy buena cosecha para diciembre, cuando ingresen los primeros lotes desde el norte.
“Ya se sembraron 6,7 millones de hectáreas, más que el año pasado, y venimos con perfiles cargados por las lluvias”, explicó. Aunque algunas zonas del norte bonaerense se vieron afectadas por excesos hídricos, el panorama general es optimista.
El desafío, sin embargo, será vender esa producción: “Rusia está teniendo un cosechón, y la Unión Europea también. Nos va a costar colocar la mercadería”, admitió. El precio FOB ya comenzó a bajar en Argentina, en línea con la tendencia global.
Barreras estructurales que frenan la expansión del agro
Si bien la eliminación de retenciones fue bien recibida, Biscarque advierte que es insuficiente. “No es solamente el tema de los impuestos a la exportación. Tenemos varias anclas que nos están complicando”, dijo, al enumerar tres grandes obstáculos: carga fiscal, falta de financiamiento e infraestructura deficiente.
“Estamos teniendo una carga muy grande de impuestos, desde los provinciales hasta los municipales. En trigo, la presión fiscal llega al 78% de la renta neta”, denunció, citando datos de FADA.
También alertó sobre el complicado acceso al crédito: “Eso también al sector productivo nos complica bastante”, afirmó. A esto se suma el deterioro de caminos rurales y falta de conectividad logística: “No podemos sacar del campo nuestra producción porque los caminos rurales están destruidos”.
El tercer freno es tecnológico: “Esta apropiación de la renta y los sobrecostos no nos permiten invertir en innovación”, sostuvo. Y remató con una crítica al enfoque político: “Hoy estamos tratando lo urgente y no lo importante en el país”.
Pese al panorama, Biscarque mantiene expectativas sobre la siembra futura. “Están dadas las condiciones como para no bajar de las 6 millones de hectáreas”, aseguró, aunque reconoció que dependerá de la relación insumo-producto, los precios internacionales y el rumbo institucional hacia marzo o abril.