20/08/2025 12:06hs.
Ya pasaron casi dos meses de aquel dramático empate entre Boca y Auckland City, en el último partido de fase de grupos del Mundial de Clubes. Un encuentro en el que el Xeneize, ya eliminado, no pudo imponerse a un rival “semiprofesional” -así lo había denominado previamente Miguel Ángel Russo-, con jugadores que en su país hasta tienen otro trabajo. En la otra vereda, los neozelandeses todavía lo viven como una hazaña y hasta lo comparan con el título más importante de su continente.
Para Boca y sus hinchas, el resultado fue un papelón: no poder ganarle a un equipo que en los dos partidos anteriores había recibido 16 goles. Para ellos, todo lo contrario, una fiesta. “Empatar contra Boca es más importante que ganar la Liga de Nueva Zelanda o la Champions de Oceanía”, declaró el español Gerard Garriga.
“Que llegues a empatar contra uno de los mejores equipos de Sudamérica, históricamente quizás el mejor y con más títulos, es algo que nadie se podía esperar”, agregó. Un partido que se había suspendido por factores climáticos y que, cuando se reanudó, encontró a Boca ya afuera. Igual, el Xeneize no pudo llevarse una victoria en el último encuentro del certamen.
El festejo de los jugadores neozelandeses tras el 1-1 (Foto: Fernando de la Orden).
Un empate para la historia
Sabiendo esta diferencia entre ambos equipos, el volante del Auckland comentó: “Estamos hablando de un equipo superior, que puedas empatar es algo para la historia, para siempre. Es algo que cuando seas abuelo se lo vas a contar a tus nietos porque es irrepetible”.
“Lo festejamos de una manera increíble, nos quedamos en el campo en el césped con los familiares y los aficionados que vinieron a animarnos, no nos queríamos ir porque sentíamos que era algo que no sé si se va a volver a repetir y queríamos vivirlo al máximo“, siguió Gerard Garriga.
Para los jugadores del Auckland City, siempre será un partido para la historia.
La locura por los hinchas de Boca
El español también se mostró impactado por el aliento de los hinchas Xeneizes, que después de copar Miami en los dos primeros partidos, hicieron lo mismo en Nashville.
“No paró de cantar durante 90 minutos. Al día siguiente volaba a España y me acuerdo de estar en el avión, yo intentaba dormir porque fui unos 5 días a visitar a la familia. Cerraba los ojos y sentía como que me estaban aún cantando la canción de ‘Dale Boca’”, recordó sobre el aliento de los hinchas en partido que terminó con Boca eliminado.
Para el español, contar con los hinchas de Boca fue una experiencia única (Foto: Fernando de la Orden).
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