La cotización de la soja sigue bajando. Desde noviembre de 2023, los futuros de la oleaginosa no dejan de caer en la Bolsa de Rosario. El 22 de ese mes, el precio de la posición mayo 2024 cerró en 347,5 dólares la tonelada, el 21 de diciembre pasado cayó a un mínimo de 298,1 dólares para luego subir levemente aunque siempre manteniéndose en niveles bajos.
Este lunes, luego de caer un 3 por ciento la semana pasada, la soja volvió a operar en baja en el Mercado de Chicago debido a las mejores condiciones climáticas en Sudamérica y las lluvias caídas en la región. Al mediodía de la primera jornada de negocios, el precio de la soja mayo 24 se ubicó en 458,64 dólares la tonelada, 5,88 dólares menos que la jornada previa. Y no se tocaba un valor tan bajo desde 2021.
El viernes, los futuros de soja se desplomaron en Chicago, registrando su tercer descenso semanal, después de las lluvias caídas en las zonas de cultivo perjudicadas por la sequía de Brasil. «Las mismas han reducido la preocupación por las pérdidas de cosechas en el mayor exportador mundial de la oleaginosa, mientras que la estabilización de los rendimientos podría impedir que los compradores de soja desplacen el negocio de exportación a Estados Unidos desde Brasil, ya que las naciones compiten por las ventas en el mercado mundial», explicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
El recorte de la cosecha estimada en Brasil, el principal exportador mundial, como consecuencia de la sequía, reducirá la oferta global. Sin embargo, las cifras que se barajan al respecto son muy variables. «Hay informes que proyectan una producción de soja de 150 millones de toneladas y otros que no saben si llega a 120», señala el vicepresidente del Centro de Corredores de Cereales, Santiago Arce.
«Internacionalmente el precio viene bajando, Brasil está con problemas climáticos, sobre todo en el norte, con lo cual la presión sobre el mercado se va a venir. Y en Argentina este año viene bien la soja, ya está implantado el 93 por ciento de la soja de primera, y se va a sembrar mucha de segunda, con lo cual eso va a presionar el mercado para abajo», señaló Arce.
El USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) informó al cierre de la semana anterior que las ventas de exportación de soja 2023/24 de Estados Unidos, en la semana finalizada el 28 de diciembre, fueron de 201.600 toneladas, por debajo de las expectativas de los analistas que alcanzaban las 500.000 toneladas, lo que sumó presión adicional a mercado.
«En la caída de la producción de Brasil o no, ahí va a estar el tema. Si bien los fondos liquidaron bastante posición, hay que ver qué pasa en el informe del próximo viernes del USDA», dijo Arce.
Así las cosas, los márgenes previstos por los productores a la siembra podrían ser inferiores a lo estimado. «Yo no sé si van a ser tan buenos. Aunque el precio cae, esta campaña van a tener más kilos que, en teoría, deberían compensar la baja de precio. Pero hay ver qué pasa acá con el aumento de los combustibles, de los insumos. Hay muchas incógnitas, son muchas las variables que pueden influenciar. Comparado con el año pasado, sin dudas va a ser mejor, porque con la sequía no había forma, pero el productor va a tener que seguir mirando todas las variables y las herramientas hasta financieras que tenga, porque el número va a estar bastante justo para mí», analizó Arce.
Según contó el directivo, actualmente los productores no están vendiendo forward ya que no desconocen cuál será el tipo de cambio al que se lo van a liquidar. «No sabe si es 80-20, 50-50, entonces no vende. Se va complicando, y son herramientas de cobertura básicas que el productor las lleva para saber dónde está parado, porque si no, produce y no tiene el precio de su producción», detalló.
Muchos agricultores aún con la soja a casi 350 dólares por tonelada en noviembre de 2023, no vendieron porque aún queriendo cubrirse en el mercado a término, no sabían a qué tipo de cambio lo hacían. En ese entonces, la recomendación era recurrir a las coberturas con Opciones de Venta pero fueron muy pocos los que las tomaron debido a la incertidumbre.
Hoy, el escenario para la soja en cuanto a precios, es de incertidumbre total. En el plano internacional, hasta que no se conozca el nivel de daño causado por la sequía a la producción de Brasil, la incógnita es hasta cuánto podrá caer la cotización de la oleaginosa. En el plano local, el desconocimiento acerca de las medidas que pueda tomar el nuevo gobierno nacional con respecto a la comercialización de granos, la devaluación y la escalada de precios, mantienen en stand by a las ventas de los productores.