El sueño de River quedó prácticamente hecho trizas en Belo Horizonte, donde el equipo de Marcelo Gallardo recibió una paliza de Atlético Mineiro, que lo goleó 3 a 0 y dejó casi sellada la serie en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores, en Brasil. Queda todavía la revancha en el Monumental, es cierto. Y el ‘Millonario’ sabe de épicas. Pero, ¿cómo da vuelta la historia este equipo? Si cada vez que cruza la mitad de la cancha, se nubla. No tiene juego y casi no patea al arco. Se sostenía en la defensa, la que hasta este martes era su mayor fortaleza. Pero no pudo con los tanques del Mineiro.
El Galo manejó el partido de principio a fin. Tuvo un dominio absoluto. Lo maniató a River y lo cocinó a fuego lento. Es un equipo serio el que armó Gabriel Milito, que supo combinar grandes individualidades con la disciplina táctica y un sentido colectivo. Volvió a ratificar por qué es tan fuerte de local y exhibió sus credenciales de gran candidato a quedarse con la Gloria Eterna.
La noche en el Arena MRV ya había arrancado complicada para River cuando Marcos Acuña se lesionó en el calentamiento y no pudo salir a la cancha. Lo reemplazó Enzo Díaz. Y el mal presagio se confirmó cuando la pelota empezó a rodar por el campo de juego, en muy mal estado. Ya a los cinco minutos, a Mineiro le anularon un gol por posición adelantada de Deyverson, aunque dejó dudas una mano previa de González Pirez que para el VAR no fue de penal.
Como se preveía, River iba a sufrir desde el inicio del partido. El andar irregular del conjunto de Núñez, sumado a rendimientos individuales bajos, obligaban a pensar en un equipo más preparado para resistir que para jugar. La formación de Marcelo Gallardo lo ratificó. Con tres marcadores centrales y dos laterales, que esta vez fueron laterales y no volantes, por lo que hubo un línea de cinco defensores.
Foto: Marcelo Carroll – CLARINA su zona defensiva, la mayor fortaleza en los últimos meses, se aferró el Muñeco. Pero el mediocampo era frágil para la marca. Y tampoco pudo tener la pelota para que los de atrás no tuvieran tanto trabajo. Fonseca, que apareció sorpresivamente entre los titulares por Kranevitter, no estuvo fino en el manejo, Nacho Fernández viene en declive y Simón fue híbrido. Solo hubo unas pocas apariciones de Facundo Colidio para al menos llegar con centros o algún remate al arco. ¿Y Borja? Casi nada.
El principal peso del partido en River, cayó -como se dijo- sobre la defensa. Pero tampoco logró sostener la estructura. Germán Pezzella no pudo contra todos y justo él, que ganó mucho de arriba y tuvo un duelo aparte con Deyverson, falló en el primer gol de Atlético Mineiro. Hulk lo movió en el momento justo y Deyverson eludió a Armani para hacer delirar a los hinchas de Mineiro, que intentaron convertir su estadio en un infierno, aunque los 4 mil fanáticos de River, desde una esquina en lo más alto de la imponente estructura respondieran con mucho aliento.
El gol de Mineiro explicó dos cuestiones: una de ellas lo solo que quedó Pezzella para defender, mientras sus compañeros retrocedieron mal y en algunos casos, como los de Fonseca y Paulo Díaz volvieron al trotecito; la otra, la propuesta del local.
FOTO MARCELO CARROLL – CLARINEl equipo de Gabriel Milito se adueñó rápidamente de la pelota, la movía de un lado a otro y cuando alguno de sus defensores quedaba libre enviaba un pelotazo para los tres tanques de arriba, que fijaban la marca con los tres centrales de River y obligaban a jugar en línea.
River apostó por los duelos mano a mano pero la estrategia no funcionó. Para el segundo tiempo, el sistema táctico siguió igual pero a poco del comienzo del complemento, Gallardo sacó a los tres mediocampistas y renovó con Meza, Villagra y Lanzini. Pero nada cambió, a pesar de las insinuaciones de Manu.
Mineiro esperó agazapado las oportunidades y en una ráfaga le metió dos goles más. Deyverson, la gran figura, volvió a mostrar su jerarquía al buscar un pase filtrado y definir cruzado y luego Paulinho, con un remate que se desvió y descolocó a Armani, selló el 3-0 que golpeó fuerte a la ilusión de River y ahora lo obliga a hacer la heroica en el Monumental para llegar a la final.