InicioEconomíaCristina ya no dice que no y Macri condiciona su voto

Cristina ya no dice que no y Macri condiciona su voto

El instinto de supervivencia despertó en todos los frentes. El peronismo cerró en la noche del jueves una larga ronda de café sobre la nueva conducción del PJ Nacional. Wado de Pedro, voz autorizada de Cristina de Kirchner, publicó un mensaje en el cual reclama que Cristina sea la nueva presidenta. En una semana más cierran las listas de candidatos y De Pedro entiende que el peronismo no está para una disputa por cargos partidarios, pero sí para acordar.

Recorrió el espinel de los gobernadores y lanzó el mensaje desde Carmen de Areco. En la noche del jueves cerraba con un asado una mesa de debate sobre federalismo fiscal junto al exintendente local «Paco» Durañona y el ex goberndor de Salta Juan Manuel Urtubey. Era la enésima presentación del libro “Arraigo. Hacia un federalismo del siglo XXI”, compilación multipartidaria de Durañona con prólogo de Wado. Sentado junto a ellos publicó el tuit y vio cómo, automáticamente, una marea de miradas se dirigía a él.

Un gobernador, tampoco

Horas antes, Cristina había recibido a la mesa del interbloque de senadores del peronismo, José Mayans, Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, para discutir su candidatura al partido. Al salir dijo Di Tulio: «Es la primera vez que no dice que no».

Cristina escuchó los argumentos de Mayans sobre la inoportunidad de que el nuevo presidente sea un gobernador. Se refería a la candidatura del riojano Ricardo Quintela. «Con los problemas que tienen hoy los gobernadores sería un error comprometer a uno de ellos con la conducción del partido. Tenés que ser vos». La alentó con números sobre su popularidad en el peronismo. La aparición en el sitio Gelatina tuvo 2 millones de espectadores. Nadie en el peronismo puede imaginar tanto.

La carta federal

Wado disiente con Axel sobre la candidatura de Quintela, que la ve además alentada por el albertismo residual de un Santiago Cafiero y de un exembajador en el Vaticano. Representan miradas diferentes que Wado despacha con dureza: «Axel no entiende qué es el peronismo. Yo siempre he sido peronista».

El mensaje de Wado dice de la expresidenta: «Es momento de que una mujer, que militó toda su vida en el peronismo, presida por primera vez el Partido Justicialista». Agregó, ya entrada la noche del jueves: “Tampoco podíamos ir a una postergación hasta marzo de esta renovación, como piden algunos”.

La noticia encontró a Quintela el viernes a punto de partir tempranísimo rumbo a Neuquén, en donde lo esperaría Oscar Parrilli: es la provincia número 15 que visita buscando apoyos. Viajó junto a su ex vicegobernadora, la senadora Florencia López. En el estilo del «Gitano» ratificó que el 15 de octubre se anotará para competir, aunque sea contra Cristina. «-Necesitamos nuevas caras, nuevas voces en el peronismo. Algo que surja del interior. Sé que ella es más que yo, fue dos veces presidenta, una vez vicepresidenta, senadora, diputada, y yo soy un simple gobernador. Pero – dijo – no puedo abandonar a los compañeros de todo el país que ya me han ratificado el apoyo”. Quedó de tomar una decisión después de hablar con Kicilloff, que volvió en estas horas de México.

Ahora, acuerdista

Cristina mientras, paladearía la respuesta: «– ¿Les parece?». El trío (Mayans, Di Tullio, Sagasti) ya juntó los argumentos. Mayans: » -¿Estas bien de salud?» «- Estoy muy bien«. “Entonces tenés que se vos”. Mayans expresa al presidente del Congreso del Partido, Gildo Insfran. Le expuso la idea de que ella no tiene competencia que la enfrente en el partido. Citó a Axel Kicillof que dijo que si es Cristina no discute más. Ha sido hasta ahora el valedor principal de la postulación de Quintela. Mayans desenfundó el viejo discurso de 1973 de Perón a los gobernadores del peronismo donde habló de las «democracias integradas». Fue para destacar los argumentos acuerdistas que Cristina ha incluido en sus discursos desde que dejó la vicepresidencia. Alguno de ellos fueron casi una copia del llamado Pacto de Mayo del actual gobierno en cuanto a reforma fiscal, reforma laboral, etc.

Macri y Larreta levantan el precio

En el PRO también brotó el instinto de supervivencia. Este fin de semana viajaron a los Estados Unidos Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Agenda separadas pero unidas objetivamente en la necesidad de asumir que el gobierno de Javier Milei les ha declarado la guerra.

El acto de Lezama del fin de semana dejó en claro que el sello de La Libertad Avanza – hoy un grupo de whatsapp – no quiere alianza con el PRO. Karina Milei dijo «llegamos sin partido, ahora tenemos partido«. Y concluyó: vamos solos. Cuando Milei habló de partidos, reconoció la ayuda en el Congreso «de un ala del PRO y de algunos nobles que vienen de Juntos por el Cambio«.

De socios, sólo recordó a los conservadores de Mendoza, que fueron los primeros que lo lanzaron como candidato a presidente en 2022. «Nos fuimos a Mendoza, y fue allí donde oficialmente largamos nuestra campaña hacia la presidencia con el apoyo del Partido Demócrata”.

Los Milei dijeron todo esto justo en CABA, el distrito santuario del PRO. Atacar al PRO allí es disparar a la cabeza. Si quisieran aliarse al PRO lo que haría un socio es entregarle la elección a los Macri para que se defiendan de quien los arrincona, que es el radicalismo de Lousteau. Ya en 2015 el PRO sufrió el hostigamiento de otros socios infieles, que lo pusieron en aprietos en un ballotage que se despachó por una diferencia de tres puntos en favor de Larreta. No fue un minué, sino que pudo ser una catástrofe: si no había Larreta en julio de 2015 nunca hubiera habido Macri en diciembre de 2015.

Un conformista disfrazado de outsider

Se entiende que Macri haya viajado dejando el mensaje para el gobierno de que el PRO es el dueño de la suerte de Milei en la pelea por el veto universitario.

Puso las relaciones con Olivos en función piloto y abrirá el zoom este martes para resolver el anuncio sobre qué hará el PRO. Es el único bloque importante que no llamó para el miércoles a las 11 a una sesión de insistencia contra el veto. Unión por la Patria, la UCR y Encuentro Republicano se cuidaron de no firmar juntos, pero concertaron los detalles de la convocatoria sesión.

El gobierno tiene hasta ese día para recapacitar en el rumbo elegido, que es llevar la gestión de gobierno según la dialéctica «DNU o veto». No es un error o una torpeza del gobierno: es un programa que avanza sin que la oposición haya advertido del todo que no está ante un gobierno de mala praxis, sino a un gobierno que busca hacer músculo mediante la economía de la reacción. Plantea posiciones disruptivas para provocar la respuesta del contrario y sumar fuerzas. Como al gobierno no le interesa construir sino destruir, se ríe de las quejas de sus críticos y festeja con asados un recorte a la movilidad de los jubilados. Milei expresa el consenso de los sectores medios representados en cuatro de los cinco candidatos de la primera vuelta (la única rupturista en serio era Myriam Bregman, con más pasión que votos). Es un conformista que se disfraza de revolucionario para pasarla mejor. Sigue haciendo lo que mejor hace, que son las imitaciones.

El poder oculto de Larreta

Larreta partió después de haber cruzado en público un Rubicón, que dice haber cruzado en privado hace rato. Se mostró en la marcha de los universitarios, consciente de que es objeto ataques del gobierno más violentos y frecuentes que los desaires que recibe Macri en Olivos. “- Milei ya me atendió tres veces en una semana”, alardeó. La razón es que Larreta es más importante que Macri en la guerra que lanzó en Lezama el mileísmo contra el PRO. Larreta es, junto a Mari, el dueño del proceso político de construyó el PRO en el distrito y que gobierna ya desde hace casi dos décadas (medidas desde el triunfo de Macri en las legislativas de 2005).

Larreta ha gobernado la ciudad como jefe de gabinete de Macri 8 años y otros 8 como jefe de gobierno. Generó un cambio en el distrito que aprovechó todos los beneficios de la autonomía que le dio la Constitución sancionada en 1995. Construyó un poder autónomo del nacional y además administró con aceptación del electorado, que le renovó en 2023 el crédito al PRO en la persona del primo Jorge. Larreta tiene sondeos (ese instrumento que seduce tanto a los políticos) con más de 20 puntos de prestigio por encima de Jorge Macri. Buena parte del funcionariado de la CABA viene de su gestión y lo heredó Jorge. Manejó con cintura las relaciones con los socios del radicalismo y evitó repetir la confrontación de 2015 con la UCR.

Larreta conserva ese poder aun sin tener cargo. Es un fenómeno singular en un país en el que gobierna gente sin poder y hay poderosos que están en el Congreso, o en el llano. El gobierno los quiere lejos porque no tolera la cercanía de quien construye poder y lo mantiene. Es lo que explica que el gobierno tenga una orden de alejamiento perimetral para poderosos que hicieron presidente a Milei, con su partido y su programa, y que hoy echan sombra sobre su debilidad. Por esa razón los necesita lejos de cualquier posición gravitante.

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