“¿Ve usted todas estas personas en los cuadros? Muchos tuvieron que dejar mi cargo por la Argentina”, explicó Rodrigo Valdés a su interlocutor en la puerta de la oficina en su despacho en el Fondo Monetario. En la antesala están los retratos de sus antecesores. “No pienso hacer lo mismo y prestar dinero como ellos”.
El diálogo entre el director del Departamento de Hemisferio Occidental y un ejecutivo de las finanzas globales se reprodujo en esos términos. Dos fuentes al tanto de las negociaciones ratificaron a Clarín la postura actual del organismo: el FMI no desembolsa fondos frescos libres de condicionamientos.
Valdés piensa que la suerte de Claudio Loser, Anoop Singh y Alejandro Werner -algunos de los retratados en los cuadros-, de algún modo se relacionó a cierta ‘flexibilidad’ con las autoridades argentinas. Afinidades. Todo en lo que Valdés ahora se jura no caer. Werner, de hecho, reemplazó a un conciudadano de Valdés, Nicolás Eyzaguirre, que había negociado con Amado Boudou acciones prioritarias para recibir plata y como finalmente Argentina no avanzó en ninguna (regularizar el Indec, el pago de la deuda y hacer un artículo IV), Eyzaguirre no terminó en la mira.
¿Pero el FMI podrá sostener esta dureza con Argentina?
En el Gobierno dicen que “esta vez es distinto”. Pero por las buenas razones. A diferencia de los programas anteriores, ahora se alcanzó el superávit fiscal y el compromiso es del presidente, Javier Milei.
Por todo esto no comparten la actitud del FMI ni del mercado, que no compra más bonos y el riesgo país no vuelve al mínimo de abril de 1.148 puntos básicos (quedó en la zona de 1.500). Algo de esto señaló en una reunión en la semana el número dos del Banco Central, Vladimir Werning, con operadores. “Saldremos del cepo con o sin el FMI”, contó uno de los presentes según supo Clarín. Werning no respondió a la consulta de este diario. “Buscan dar señales de guidance al mercado y de normalidad”, dijo otra fuente al tanto del encuentro.
Milei manifestó públicamente su enojo con Valdés. Uno de los motivos de su descontento es que el chileno comenta la posición argentina a personas del mercado.
Hace semanas pasaron por Buenos Aires solo dos miembros del staff del FMI, Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja. “No hubo buenas sensaciones”, dicen en el mercado. Los casos recientes de Egipto y Etiopía con el FMI (devaluaron y unificaron el mercado de cambio para recibir plata) muestran que el FMI sigue patrones. Esas prácticas no se cumplieron con Argentina y Valdés busca evitarlas de nuevo. ¿Será esta vez diferente? Valdés dice que sí, que no se mueve de su postura. Y Caputo también, no resigna el ajuste. ¿Cuál de los dos se impondrá?