Los salarios de los argentinos vuelven a recuperar terreno y le empiezan a ganar sostenidamente a la inflación en los últimos meses, a medida que se desacelera el ritmo de la evolución de los precios generales de la economía.
Sin embargo, todavía siguen en promedio un 11% abajo contra noviembre 2023, el último mes completo de gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa, según una estimación del economista Nadín Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF); teniendo en cuenta que el 10 de diciembre asumieron Javier Milei y Luis Caputo, y que el 13 de diciembre hubo una devaluación del peso contra el dólar, que aceleró el nivel general de los precios en la Argentina.
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de salarios se incrementó en un 6,2% nominal en junio, lo que significa un salto de 1,6 puntos porcentuales en términos reales, descontado el efecto de la inflación (la inflación en junio había sido 4,6%).
«El proceso de desinflación generado por el ordenamiento macroeconómico contribuyó en junio a una suba en el salario real por tercer mes consecutivo. El indicador publicado por el Indec presentó una suba nominal de 6,2% en el nivel general y de 6,7% en el caso del Sector Privado Registrado, en ambos casos por encima de la inflación de dicho mes (4,6%)», comunicó el Ministerio de Economía.
Salarios vs inflación
En el sexto mes de 2024, los salarios registrados o formales treparon un 1,2% real frente a mayo, teniendo en cuenta que en el sector privado crecieron 2% y en el sector público, volvieron a caer un 0,6%, de acuerdo a los cálculos Argañaraz.
Asimismo, los trabajadores informales ganaron un 4,4% por encima de la inflación, aunque los técnicos que conocen la metodología del Indec apuntan que por su dificultad en medir los salarios no registrados, se toma una foto pasada, de entre 5 y 6 meses de antigüedad, cuando los precios trepaban a mayor velocidad.
Si la comparación es contra la foto de noviembre 2023, el último mes completo antes de que empezara la «era Milei«, los trabajadores registrados pierden 9,9% real contra la inflación (4,7% los privados y 18,9% los empleados públicos), mientras que los salarios informales caen 19,1%.
Argañaraz también hizo los cálculos respecto al promedio del primer semestre 2024 versus enero-junio 2023, que arrojan una pérdida promedio del 19% para los trabajadores, con un mínimo de 11,1% para los empleados registrados en el sector privado y una violenta caída de 36,9% en los salarios no registrados. Es decir, la situación venía empeorando ya desde muchos meses antes que el cambio de autoridades.
El investigador Luis Campos, del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, comentó a Clarín: «Se consolida una tendencia que se empezaba a ver en los últimos meses. Los salarios privados registrados recortaron ya más de la mitad de la pérdida de diciembre, cuando hubo una caída fuerte -del 11,5%-, pero sobre niveles históricamente muy bajos. Hoy están un 25% por debajo frente a los últimos meses de 2017″.
Campos también marcó que los salarios de los empleados públicos -un tercio de la fuerza laboral formalizada- continúan en retroceso y se mantienen con una pérdida de su poder de compra de un 19% en los últimos siete meses, así como del 40% en los últimos seis años y medio, mientras duró el extenso proceso de ajuste de la economía.
Los fenómenos que observa el investigador son la «inercia de las paritarias cortas que miran la inflación pasada» y algunos acuerdos como el de los metalúrgicos, que empiezan a mirar hacia la inflación futura, en línea con los objetivos del Gobierno, lo que frenaría el proceso de recuperación de los salarios. También apunta al retroceso en el empleo y los ingresos de los hogares.
«Una posibilidad que no hay que descartar es que vayamos a una estabilización de distintas variables, con salarios y actividad económica que no crecen, pero tampoco caen. Sin recuperación de salarios, habrá un 60% de pobreza por un largo tiempo», completó Campos.