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Felipe Contepomi: Me gustaría sacar la palabra hazaña del vocabulario de Los Pumas

Felipe Contepomi está igual para cualquiera que lo recuerde con la cabeza afeitada. En agosto cumplirá 47 años y podría volver a ponerse el mismo talle de la camiseta de Los Pumas que usó en 87 test matches entre 1998 y 2013, hasta que volvió al rugby amateur y regresó a Newman tras varias temporadas en Europa.

Para entonces los planes eran ejercer la medicina, carrera que comenzó en Buenos Aires y terminó en Irlanda, algo que concretó pero que rápidamente cambió cuando retornó a la ovalada por tiempo completo.

Se dio cuenta de que no miraba los partidos como entretenimiento sino que tenía un ojo clínico. Se convirtió en entrenador. Sus primeras armas fueron en Argentina XV, luego en la franquicia Jaguares y más tarde entrenador de backs del Leinster irlandés. De allí a Los Pumas como ayudante del australiano Michael Cheika y tras la finalización de ese proceso se convirtió en el entrenador principal de la Selección argentina de rugby.

Su rutina cambia según el calendario, pero “un día en la oficina” puede empezar a las 6.30 en Casa Pumas, el predio en Ingeniero Maschwitz donde entrena cada equipo de la Unión Argentina de Rugby. “Hago algún ejercicio en el gimnasio, después me baño y arranco el día”, resume en la mitad de una de esas jornadas en una charla con Clarín.

Contepomi no utiliza redes sociales y hay una buena cantidad de horas que no se las dedica a la pantalla. Escucha rock argentino –«es la influencia de Bebe”, dice- y enumera una playlist que incluye buena parte de las bandas de los ’80 y los ’90 y alguna de la primera hora del nuevo milenio.

Felipe Contepomi, en el predio de la UAR. Foto Maxi Failla Felipe Contepomi, en el predio de la UAR. Foto Maxi Failla Como jugador, está entre los que más veces disputaron un Mundial: cuatro. El último que jugó fue el de 2011, en el que debutaron Agustín Creevy y Nicolás Sánchez, ambos en actividad y además los únicos dos que superaron los 100 partidos con el seleccionado. Si llegara a tenerlos en cuenta para Australia 2027, serían los primeros en competir en cinco ediciones.

Sin embargo, desde que asumió al frente de Los Pumas, no los convocó. Ni al camp de Londres ni para la ventana de amistosos en la que Argentina se medirá con Francia (en Mendoza, este sábado 6 de julio, y en Buenos Aires el 13) y ante Uruguay, el 20, en Maldonado. Aunque repita que su gestión es una continuidad de la de Cheika, el “proceso mundialista” que comienza no será para todos. Será él quien le ponga punto, suspensivo o final, a la carrera de quienes no vuelva a convocar al seleccionado.

-¿Viste el partido de Nicolás Sánchez en Tucumán?

-No. Sé que jugó y con Nico estoy en contacto. Sabía que terminado lo Japón estaba viendo qué hacía y que quería volver. Para nosotros y para el rugby local, que pueda venir alguien como Nico y jugar en su club es algo espectacular.

-¿Cómo vas a hacer con la camada de jugadores como la de Sánchez, que tienen una edad que en perspectiva haga que tal vez no puedas contarlos para el próximo Mundial?

-Con todos mantenemos diálogo y charlamos. Hay que entender que es un ciclo mundialista nuevo, aunque forme parte de un proceso que continúa. Entonces atendemos las necesidades a corto, mediano y largo plazo. No es que tenemos el Mundial en 12 meses. Hay que ir proyectando y uno va hablando y viendo. Ellos saben la forma de selección: la pauta principal es cómo están jugando. Desde mi lado entra mucho también la historia que cada uno tiene con la Selección. Uno no puede dejar eso de lado. Yo con Agus (Creevy), Nico (Sánchez) y Juan (Imhoff) he hablado directamente y jugaron tanto con la camiseta que son los primeros que entienden. La prioridad es tratar de hacer el mejor equipo que nosotros podemos en este momento. Nada es excluyente, pero sí tienen que estar jugando a buen nivel para poder tener la posibilidad de llamarlos.

Felipe Contepomi se pone objetivos en el corto, mediano y largo plazo. Foto Maxi Failla Felipe Contepomi se pone objetivos en el corto, mediano y largo plazo. Foto Maxi Failla -¿Entonces les dijiste que en la medida que estén jugando y lo hagan en buen nivel vas a convocarlos?

-No te voy a decir… Las charlas son nuestras. Acá hay buen diálogo, charlamos y la verdad es que es buena la relación y todos entendieron que al final del día son decisiones de los entrenadores sobre lo mejor para determinado momento.

-¿Llamaste a alguno para decirle que no lo ibas a convocar?

-A cada uno que no convoqué, lo llamé y charlamos.

-¿Le dijiste a alguno que no lo vas a tener en cuenta nunca en tu ciclo?

-No, porque yo no soy dueño del destino de nadie. ¿Decirle a alguien: ‘No te voy a llamar ahora y nunca más’? Yo no soy futurólogo. Después las listas son decisiones que se toman en conjunto en un cuarto y se define.

Felipe Contepomi, como ayudante en el debut de Michael Cheika en Jujuy. Foto Marcelo CarrollFelipe Contepomi, como ayudante en el debut de Michael Cheika en Jujuy. Foto Marcelo Carroll-¿Te resulta difícil tomar esa decisión?

-La única diferencia es que la última decisión es mía. Michael no hacía la lista solo ni yo me siento un día y pienso en 32 jugadores para llamar. Acá hay un consenso con los entrenadores. Yo puedo opinar de un pilar, pero cuando vamos a un detalle técnico tengo que escuchar al Dogo (Andrés Bordoy, entrenador de delanteros). Muchas veces no coincidimos en las decisiones y tenemos un lema que es «disentir para luego comprometerse». Una vez que se armó la lista, estamos todos comprometidos con esa nómina.

-¿Estás en el lugar que alguna vez soñaste estar o en el lugar que te llevó el camino?

– Creo que es más eso: un lugar que me llegó, tal vez más rápido de lo pensado, pero para el que uno se va preparando. Las oportunidades llegan o no, pero uno tiene que estar preparado para poder tomarlas.

Michael Cheika y Felipe Contepomi, entonces entrenador principal y asistente de Los Pumas. Foto: AFPMichael Cheika y Felipe Contepomi, entonces entrenador principal y asistente de Los Pumas. Foto: AFP-¿Te dejó algún consejo Cheika?

-Con Michael tengo amistad. Me entrenó en Leinster de Irlanda y en Stade Francais. Hoy sigo mucho en contacto porque es de esas personas que uno tiene que consultar rugbísticamente y también a veces en la toma de decisiones. Es muy interesante su forma de de evaluar las situaciones y de pensar opciones. Charlamos bastante pero, así como un consejo específico, no. Pero es una opinión que yo respeto mucho.

-La característica saliente de Cheika fue «la preparación mental». Si eso ya se logró, ¿por dónde sigue?

-Sin dudas, Michael es un tipo ganador. Y creo que lo que él transmitió es una mentalidad ganadora. Si a eso te referís con lo mental… Y por supuesto que nosotros queremos tomar eso y evolucionar, tratar de llegar a otro nivel. Es un conjunto de cosas. Sería muy fácil si hay una sola variable a trabajar. Ojalá sigamos en esa vía.

¿Qué característica querés transmitir?

-Filosóficamente, por decirlo de alguna manera, y por eso hablo de que es un proceso que continúa, siempre me sentí muy identificado en la forma de sentir y vivir el rugby de Michael. Entonces sería seguir evolucionando y mejorando en esa vía. Teníamos un pensamiento en común: a toda la pasión, la energía, esa garra argentina que tenemos y que nos caracteriza, agregarle más excelencia y consistencia, que es un poco lo que nosotros llamamos grandeza. Y aprender a volver de las dificultades, que es esa fortaleza mental. Viene todo de la misma mano y estamos en un lugar desde el que tenemos mucho para recorrer todavía.

-¿Eso sería bajar la efervescencia de «lo latino»?

-Yo no veo la pasión como algo malo. Al contrario, para mí es una característica. Lo que ocurre es que si uno se pasa, se te puede transformar en algo contraproducente. A mí la palabra «controlar» no me gusta mucho porque la asocio mucho a reprimir ciertas emociones y la emoción es la emoción. El tema es cómo la regulás. Una palabra que me gusta más es «autorregular». Pero la pasión del argentino, la pasión del latino, es una característica que tenemos que hacerla un punto diferencial. Y que no se vuelva contraproducente porque te pasaste de rosca. Quiero decir que no es solo con pasión y con garra, sino que hay que conseguir excelencia y consistencia. Todo te lleva a lo ideal.

Felipe Contepomi y David Kidwell, ayudante extranjero de Los Pumas.   Foto: Marcelo CarrollFelipe Contepomi y David Kidwell, ayudante extranjero de Los Pumas. Foto: Marcelo Carroll-¿Por eso sumás al staff a un extranjero (el entrenador de ataque neozelandés Kenny Lynn)?

-Sí. Aparte de eso, creo que la diversidad es importante. Una mirada de alguien extranjero, especialmente en grupos grandes donde no es tan lineal la solución o la respuesta, sino que es más integral. Por eso también dentro de nuestro grupo soporte no todo el mundo viene de la cultura del rugby: hay algunos que vienen del atletismo, otros del tenis… Esa diversidad trae distintos puntos de vista, enfoques, soluciones que por ahí uno solo las piensa como un agujero negro que no puede ver.

-¿Siempre apelaste a la diversidad de pensamientos o criterios o lo incorporaste de grande?

-Lo fui aprendiendo. Como jugador, tenía una mentalidad más rígida, en el sentido de que para mí había una forma sola de jugar al rugby. Y hoy como entrenador te digo: «No, hay muchas formas de jugar al rugby». No es que solo es el buen rugby el que es dinámico. Por ahí a un equipo le conviene el dinamismo y a otros no. Por ahí esto no es políticamente correcto, pero el juego de Sudáfrica no es el que más me gusta ver, pero si yo entrenase a Sudáfrica, posiblemente juegue bastante parecido a lo que juega porque es efectivo por la calidad de jugadores que tienen. No le voy a enseñar a un sudafricano a jugar al espacio: ¡que vaya por el medio que te va a partir! Que se preocupen por frenarlo al sudafricano. Antes yo por ahí decía: «No, está mal, tiene que correr». ¿Y por qué va a correr si te pasa por arriba?

-¿Mirás jugadores más allá del universo de informes de la UAR?

-Yo siempre digo: «Argentino con pasaporte al día es seleccionable». Yo veo mucho rugby y me cuesta verlo desde el lado de hincha. Ya lo veo con la cabeza de entrenador aunque sea un Irlanda-Francia. Yo no puedo ver todos los partidos y nos dividimos. Confío en gente con quien tengo afinidad y una manera de ver el rugby y que con su comentario puede señalarme a alguien. Pero también es verdad que desde hace años en Argentina hay un camino al profesionalismo que está cada vez más marcado, por suerte. Eso no significa que alguien que no haya entrado en ese camino desde los 17 años no llegue o no pueda llegar. Son las excepciones, sí, porque realmente el grosor de los jugadores que vienen son del sistema de alto rendimiento. Pero siempre estoy atento porque hay algunos que despiertan tarde y algunos se enganchan más tarde. Todos son bienvenidos.

Mundial de 2007. Felipe Contepomi, Juan Fernández Lobbe (hoy su ayudante) y Agustín Pichot, en la actualidad dirigente. Foto: AFPMundial de 2007. Felipe Contepomi, Juan Fernández Lobbe (hoy su ayudante) y Agustín Pichot, en la actualidad dirigente. Foto: AFP-Además de Francisco Gómez Kodela, ¿otro jugador te habló de que se había terminado su ciclo con Los Pumas?

-Francisco todavía no me dijo nada. Sigue en carpeta. Puede estar jugando en julio si algo sucede (con algún convocado). Facu Isa dijo que estaba cansado y hablamos. Respeto su deseo. Pero volvimos a charlar y me dijo que quería estar y vuelve a estar dentro de nuestro seguimiento. Jugador argentino en actividad con pasaporte al día es seleccionable. Yo no voy a obligar a nadie a venir. Son tan personales esas decisiones que no están ni bien ni mal. Son decisiones.

-¿El deseo de la conquista de un título se presenta en esas instancias de corto, mediano y largo plazo que indicás?

-A ver cómo lo explico, porque la gente pone etiquetas, ¿viste? Yo juego para ganar. A mí me gusta ganar y no conozco a nadie en el alto rendimiento que juegue para perder. Yo creo que la forma para poder ganar consistentemente es focalizándose en el proceso que uno cree que es correcto y tratar de hacer siempre eso. Y en eso está mi foco. Si eso después me trae un campeonato, es buenísimo y espectacular, pero el resultado no depende de eso. Esa es mi manera de ver las cosas. Ahora, si yo voy a ir a buscar nada más que resultados, por ahí logro uno, pero es muy difícil lograr consistencia.

-Hay un título periodístico que está muy asociado a Los Pumas, que es el que dice «Los Pumas, cerca de la hazaña» ¿Qué pensás que falta para que el título sea otro?

-A mí me gustaría sacar la palabra «hazaña» del vocabulario de Los Pumas. Y eso solo se logra cuando sos consistente. Los Pumas estadísticamente estuvieron en el séptimo, octavo o noveno puestos en los últimos 15 años. Creo que la única vez que se rompió un poco fue en 2007, cuando te acercaste al cuarto puesto. No por el Mundial, sino porque se había ganado ante Inglaterra y otros partidos en el año anterior. Ahora, para poder estar dentro de los cuatro mejores regularmente, tenés que ser consistente y conseguir no hazañas sino entender que el laburo que uno hace correctamente te lleva a buenos resultados. A veces yo veo que nosotros nos autoboicoteamos con el pensamiento cuando decimos que es una hazaña. ¿Por qué es una hazaña? Me encantaría en un futuro ponernos 50 y 50 (de chances) con Australia, Inglaterra, Gales… Que no haya un favorito, que generalmente es el otro. Ser consistente hasta que nosotros podamos ser favoritos y hacernos cargo de ese favoritismo.

Una postal de la despedida de Felipe Contemponi de Los Pumas y el retiro del rugby profesional, junto a sus hermanos Manuel y 'Bebe'.  Foto: Lucía MerleUna postal de la despedida de Felipe Contemponi de Los Pumas y el retiro del rugby profesional, junto a sus hermanos Manuel y ‘Bebe’. Foto: Lucía Merle-¿Cuando asumiste el nuevo rol, no pensaste que podías poner en juego tu trayectoria como Puma?

-No hago cosas por reconocimiento. Yo hago las cosas por convicción y mi responsabilidad es con las personas cercanas: mi familia, mis amigos y, en este caso, con los jugadores. No tengo control sobre lo que se opine de afuera. A mí no me va a definir alguien de afuera. A mí me definen mis actos, siendo consecuente con mis pensamientos, palabras y acciones.

-¿Qué de lo que se dice afuera rompe el filtro y se escucha adentro? ¿Cómo repercute la discusión externa sobre quién debe ser el apertura de Los Pumas?

-Para nosotros, con Michael, nunca estuvo en duda Santi Carrereas. La duda es externa. En el grupo no te puedo decir cómo le influyó a Santi o Juli Montoya (el capitán del equipo). En nuestra charla interna, tenemos confianza en todos los jugadores y nunca vi un problema como los que los de afuera dicen que hay. Imagino que si uno consume mucho las voces externas te puede llegar a influir. Yo no tengo redes. No me interesa leer lo que dicen de mí o de otro. Si voy a hablar con Santi Carreras quiero hablar con él, no lo que dice un periodista de él.

-¿El capitán sigue siendo Montoya?

-Sí. Entre ellos, por medio de algunas preguntas que hemos hecho, eligieron el grupo de líderes.

-¿Cómo pensás en el próximo Mundial?

-Te soy sincero: hoy me queda muy lejos. Soy más de ir en la planificación más inmediata. Hoy mi detalle está puesto en esta ventana y después serán el Championship y (la ventana de) noviembre. Mirá a Irlanda: llegó primero (al Mundial), no sé si está primero o segundo en el ranking y se fue en cuartos de final. Mirá el Seven: primeros toda la temporada y por un fin de semana no son los campeones. ¡Para mí es el mejor equipo del mundo!

En La Baule Escoublac, durante el Mundial 2023, Contepomi le explica a Isgró, del Seven, secretos del rugby tradicional. Foto Emmanuel FernándezEn La Baule Escoublac, durante el Mundial 2023, Contepomi le explica a Isgró, del Seven, secretos del rugby tradicional. Foto Emmanuel Fernández-¿Te atrae algo del Seven?

-No son deportes distintos, pero son modalidades muy, muy, muy distintas por el espacio, el tiempo, las técnicas… De hecho no sucede en ninguna parte del mundo la transición directa, solo con (el francés Antoine) Dupont, que es el mejor. Trabajamos muy en conjunto con Santi (Gómez Cora, el entrenador de Los Pumas7s) para saber que si hay alguien que tiene una proyección para el XV, ver cuándo se hace y darle el tiempo necesario. Algunos como (Rodrigo) Isgró o (Luciano) González, que no tienen que hacer una adaptación física pero sí metabólica. Rodri en el primer partido (con Los Pumas, en el amistoso ante Sudáfrica antes del Mundial) siendo wing duró 60 minutos y jugó un partidazo, pero no podía más.

-¿Para qué te reuniste con Lionel Messi?

-¡Ja! ¿Cómo sabés? Fui a Inter Miami a ver a (Gerardo) Martino y nos cruzamos y charlamos un rato. Recién hablamos de excelencia: para mí Messi es consistencia y volver de adversidades. Así definimos nosotros grandeza y Messi es eso. Mirá lo ingratos que somos los argentinos que hasta se lo ha insultado en el pasado y fue siempre consistente y excelente. Para mí es el más inspirador y lo admiro como deportista. Ojalá siga jugando muchísimos años más para que nuestros hijos puedan seguir teniendo ese modelo. ¿Qué mejor modelo para la vida que que Messi?

-¿Quién fue tu Messi?

-Yo nunca fui fanático, pero mi ídolo deportivo cuando era chico fue Maradona. Por la lógica de 1986, cuando tenía ocho, nueve años. El Mundial 90 lo viví a pleno. Todos sabemos del Diego. Por ahí hay otras cosas que no copiaría, pero era tan grande mi admiración deportiva hacia Maradona que a veces es difícil disociar la persona del jugador. Por eso decía que ojalá Messi siga jugando. No le tenés que sacar nada. Creo que las dos partes de Messi son muy inspiradoras: persona y deportista. Está perfecto.

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