InicioPolíticaMilei abre el juego a los gobernadores: alerta entre sus aliados por...

Milei abre el juego a los gobernadores: alerta entre sus aliados por octubre y lo que arriesgan en el Congreso

El día después de la categórica derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei empezó a revisar el ordenamiento político interno del Gobierno, en un clima de nerviosismo en el oficialismo y entre sus pocos aliados por las elecciones nacionales de octubre, donde se juega ni más ni menos que la posibilidad de avanzar en el Congreso con las reformas económicas que le prometió el mercado.

De las reuniones que hubo este lunes en Casa Rosada surgió como novedad el anuncio de que Milei encabezará una “mesa política nacional” para reordenar la estrategia, donde se sentarán Karina Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la ministra de Seguridad y candidata a senadora por CABA, Patricia Bullrich, el asesor Santiago Caputo, el presidente de Diputados, Martín Menem y el vocero presidencial Manuel Adorni.

Las versiones sobre un reordenamiento interno donde Caputo y Francos ganarían poder en detrimento del ala de Karina Milei, que con los Menem y Sebastián Pareja armó la campaña bonaerense, quedaron desactivadas por el momento, pero el Gobierno mostró la intención de abrir el juego, reforzar alianzas y tratar de recuperar algo del apoyo que perdió en el último tiempo, como se vio en la seguidilla de derrotas que sufrió en el Congreso. 

En ese sentido, el Presidente instruyó a Francos a “convocar a una mesa de diálogo federal” con los gobernadores. No hubo precisiones sobre a quiénes llamará, pero se entiende que allí estarán los pocos que se aliaron a La Libertad Avanza para las elecciones nacionales de octubre.

Ocurre que el primer análisis en LLA es que la inesperada derrota por 14 puntos con el peronismo fue más por la estrategia política que por la situación económica. Y lo mismo creen esos gobernadores que sellaron una alianza con Milei para octubre,quienes entienden que si bien la elección provincial de Buenos Aires no se puede extrapolar a la legislativa nacional y a otros territorios, el optimismo que había para el 26 de octubre hoy está en discusión.

Javier Milei recalcula tras la derrota: el voto anti K y la preocupación de los aliados por octubre

En octubre se renueva la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. A grandes rasgos, Milei se juega la posibilidad de ser la primera minoría en una y la segunda en la otra, un crecimiento exponencial que mostraría al Gobierno fortalecido. Con ese objetivo en mente, los libertarios buscaron alianzas con gobernadores, pero solo consiguió cerrar con cinco de los 24.

Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires, Rogelio Frigerio en Entre Ríos, Claudio Poggi en San Luis y los radicales Alfredo Cornejo y Leandro Zdero en Mendoza y Chaco, respectivamente, aceptaron compartir sus listas con La Libertad Avanza y llevar además su nombre. Hoy esos aliados “saben que van a tener que reforzar” la campaña en sus territorios, según comentaron en el entorno de uno de ellos.

En ese grupo, una de las primeras miradas es que, más allá de la fuerza del peronismo y del gobernador Axel Kicillof, el electorado anti K que apoyaba al extinto Juntos por el Cambio y votó a Milei en el balotaje de 2023 tomó distancia. “Ese votante en Buenos Aires no se movilizó”, apuntan a la vez que recuerdan que es el mismo votante que los puso a ellos en los gobiernos provinciales.

“Esta elección en Buenos Aires es muy distinta a lo que se discute en octubre en otras provincias, pero tanto los que se enfrentan a Milei como los aliados están todos muy sorprendidos con el resultado del domingo”, advierten quienes conocen la comidilla de los grupos de Whatsapp que comparten los jefes territoriales de uno y otro lado. Los que se ataron a LLA son, lógicamente, los más interesados en que el Gobierno muestre algún tipo de corrección.

Los gobernadores de Provincias Unidas, que enfrentarán en octubre a Milei y al kirchnerismo también analizan con interés el resultado de Buenos Aires. Se trata de Maximiliano Pullaro Santa Fe, Martín Llaryora -con Juan Schiaretti como alfil- en Córdoba, Ignacio Torres en Chubut, Claudio Vidal en Santa Cruz, Carlos Sadir en Jujuy y Gustavo Valdés en Corrientes.

Por un lado, ven el riesgo de que la elección de octubre se polarice aún más entre Milei y el kirchnerismo, lo que perjudicaría al nuevo sello Provincias Unidas. Pero por el otro, también vislumbran la posibilidad de canalizar en sus provincias el “voto anti K” que el Presidente parece haber perdido en Buenos Aires, según adelantan sus armadores.

¿Por qué el revés de Buenos Aires puso en discusión las chaces de Milei de fortalecerse en el Congreso?

Todo esto pone un enorme interrogante ya no solo sobre el resultado de las elecciones de octubre, sino sobre la cosecha en bancas, tanto de diputados como de senadores. “La elección nacional es la que nos va a permitir tener los legisladores necesarios para poder en el Congreso avanzar con las reformas que necesitamos”, subrayó Francos este lunes. Queda clara la preocupación que rodea al Gobierno tras el revés bonaerense.

La provincia de Buenos Aires es casi el 38% del padrón total del país y en octubre elige 35 diputados. Es la que más bancas renueva. Con eso bajo la lupa, la diferencia de 14 puntos que le sacó Fuerza Patria a LLA en ese territorio es toda una señal de alerta para Milei y los gobernadores aliados, porque si el oficialismo no recorta sensiblemente esa diferencia en octubre necesitará triunfos muy contundentes en otras provincias estratégicas.

Allí están Córdoba y Santa Fe que eligen diputados nacionales, pero el sello de “Provincias Unidas” con el que juegan Schiaretti y Pullaro ganará bancas con seguridad y esto pone dudas sobre cuánto le tocará al Gobierno nacional en el reparto. La mira se posa entonces en la CABA y en Mendoza, donde LLA necesitará un triunfo contundente.

En CABA espera obtenerlo tras haber absorbido al PRO y puesto a una figura fuerte como Patricia Bullrich al frente de la boleta de senadores. En Mendoza, que solo elige diputados nacionales, la conquista de bancas dependerá mucho de cómo se mueva el gobierno local de Cornejo. Algo similar ocurre en Chaco y en Entre Ríos, que también eligen representantes para el Senado.

La gran pregunta que empieza a correr sobre el oficialismo tras la derrota bonaerense es si alcanzarán los resultados que logre en octubre en esas provincias para compensar una eventual repetición del escenario que se dio en Buenos Aires o una elección reñida en Córdoba y Santa Fe, que eligen 9 y 10 diputados nacionales, respectivamente.

¿Qué se juega Milei en el Congreso de cara a las elecciones de octubre?

Ese interrogante también está dado por el hecho de que la tropa de Milei tampoco logró acuerdos con gobernadores de otras provincias que también aportan a la renovación de la Cámara de Diputados y del Senado en un contexto donde cada banca vale oro para el Gobierno nacional. Es el caso de Tucumán, que elige cuatro diputados, o de Salta y Río Negro, que renuevan tres senadores cada una.

Esta aritmética es importante porque La Libertad Avanza se juega en octubre apenas 8 de 39 bancas de diputados, mientras que la oposición “dura” de Unión por la Patria arriesga 46 de sus 98. En el Senado, donde tiene apenas seis (siete, si se cuenta a Francisco Paoltroni, un expulsado que volvió para la campaña) no renueva ningún lugar, por lo que tiene todo para crecer mientras el peronismo/kirchnerismo somete a votación 15 de sus 34 escaños.

Antes de la contundente derrota que sufrió Milei en Buenos Aires y que sacudió el tablero político, los libertarios preveían ganar alrededor de 40 o 45 bancas de diputados y 11 o 12 en el Senado, según indicaron a iProfesional fuentes con despacho en Casa Rosada. Con esto, el Gobierno consolidaría el tercio de la Cámara baja que le permitiría blindar decretos y vetos -principal herramienta, hoy en peligro- y reducir mucho el poderío de los senadores K.

Esa aspiración se veía rodeada de optimismo hasta el último domingo, pero hoy entró en duda. Por ello todos los gobernadores y en especial los aliados de LLA para octubre están pendientes de las correcciones políticas que prometió el propio Milei en su discurso post derrota, con la esperanza de que ayuden a revertir la sensación derrotista que les dejó el resultado de Buenos Aires.

El Gobierno, en deliberación interna: a qué se aferran para encarar la elección más importante

En la Casa Rosada, en tanto, tratan de no mostrar pesimismo y ponen sobre la mesa otros factores que, a su criterio, podrían ayudar a que la elección nacional de octubre sea mejor que la provincial del último domingo. Por caso, insisten en que en Buenos Aires jugó fuerte el aparato de los intendentes y siembras dudas sobre la energía que pondrán en octubre.

En algunos despachos gubernamentales señalan además que los comicios del 26 de octubre son más fáciles de entender porque “se vota a favor de los candidatos del Gobierno para el Congreso o en contra”. Esa polarización, junto a un discurso que refleje lo que está en juego para la administración actual -y cause algo de miedo sobre las posibles consecuencias económicas de una derrota- también podría ser favorable al oficialismo.

Ahora el Gobierno busca abrir la discusión sobre la estrategia de cara a las elecciones nacionales y sumar a los gobernadores, mientras continúa la deliberación interna sobre los pasos a seguir en la reorganización. Por el momento, Milei dio una señal de que no piensa desprenderse de ninguno de los apuntados al incluir a Martín Menem en la nueva mesa política, a pesar de que tanto él como su primo “Lule” están en el ojo de la tormenta.

Tras el golpe de efecto que generó la pulseada bonaerense, la mayor esperanza del oficialismo radica en que ese 47% de votos que logró Fuerza Patria en la Provincia sea, como dijo Milei asesorado por Caputo, el “techo” del peronismo. 

De cualquier manera, la derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires abrió un interrogante sobre las elecciones de octubre en las que Javier Milei se juega ni más ni menos que la gobernabilidad en un Congreso que, con su integración actual, ya empezó a poner sombras sobre la viabilidad política de la gestión libertaria. Todos y en especial los gobernadores, que serán actores centrales, esperan al próximo movimiento de la Rosada para ver mejor el panorama.

MAS NOTICIAS
NOTICIAS RELACIONADAS