Joseph Stiglitz, premio nobel de Economía en 2001, pronosticó que la Argentina tendrá una nueva crisis económica pronto y aseguró que el gobierno de Javier Milei bajó la inflación sólo gracias a los miles de millones de dólares que le prestó el Fondo Monetario Internacional.
Además, evitó hacer una autocrítica sobre su influencia en los planes económicos de los gobiernos argentinos, de los Kirchner a Alberto Fernández —que puso a Martín Guzmán, uno de sus discípulos, como ministro—, y cargó contra Mauricio Macri.
Contexto: todo esto lo dijo en Bogotá, Colombia, en el marco del Festival Gabo de periodismo, un evento que en esta edición celebró los 30 años de la creación de esa escuela de periodismo que fundó Gabriel García Márquez.
Stiglitz habló ante un auditorio repleto del Gimnasio Moderno de esa ciudad, donde llegó a presentar su último libro Camino de la libertad, un ensayo en el que cuestiona las políticas neoliberales y busca redefinir el concepto de libertad, cuya retórica, según escribe, ha sido cooptada por la derecha.
Dice el economista estadounidense en las primeras páginas de su libro: “La derecha se proclama defensora de la libertad, pero demostraré que la manera en que define y reivindica la palabra ha dado lugar al resultado opuesto y ha reducido considerablemente las libertades de la mayoría de los ciudadanos”.
Con ese menú sobre la mesa de la charla comandada por la periodista colombiana Juanita León, fundadora del sitio La Silla Vacía, era cuestión de minutos para que la coyuntura Argentina entrase en discusión. La figura del presidente Milei, cuyo slogan de vida es “Viva la Libertad Carajo”, y el background del propio Stiglitz como inspirador de las ideas que marcaron el pulso económico de varias gestiones nacionales, la pregunta argentina cayó por su propia gravedad.
Stiglitz hablaba de la necesidad de controlar la movilización a corto plazo de capital, ante la posibilidad de que fondos financieros retiren su dinero de un país descontentos por posibles cambios políticos. “Es positivo para la economía política y el crecimiento económico”, analizó.
—En Argentina, donde usted tuvo mucha influencia en el gobierno Kirchner, ¿es un ejemplo de que esa política no funciona tan bien? —lo interpeló Juanita León.
—Hubo muchos problemas en Argentina. Argentina tiene una larga historia de problemas, pero si miramos el origen de estos problemas se pueden explicar cuando ellos escogieron una economía basada en el mercado con Macri en 2015. Él decidió, para abrir la economía, acudir al Fondo Monetario Internacional, y obtuvo un préstamo de 44.000 millones de dólares. Y luego el Fondo decidió permitir que ese dinero saliera del país —contestó Stiglitz.
Sin mención a algo similar a una autocrítica, el distinguido con el Premio Nobel en 2001 siguió su argumento. “Entonces se les prestaron 44.000 millones de dólares y los más ricos de Argentina sacaron el dinero de ese país, sin comprobar qué hicieron, dos años después y bajo el gobierno de Macri, tomaron más y más préstamos”, sostuvo.
En rigor, el gobierno de Mauricio Macri anunció un acuerdo con el FMI el 8 de mayo de 2018, en el tercer año de su mandato, cuando la disparada del dólar parecía incontenible.
“Frente a esta nueva situación internacional, y de manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero. Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora. Nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo”, anunció Macri en una breve cadena nacional, en la que se oficializaba el regreso del Fondo al país.
Stiglitz aseguró que cuando asumió, Macri dijo que heredó una pésima situación pero con poca deuda, pero al final de su mandato fue impresionante cómo cambió el país. “No había deuda y cuando se fue había una crisis de deuda, fue un muy mal manejo de mercados abiertos que les llevó a la actual crisis”, sostuvo.
“Y lo que acaba de suceder con Milei, engrandece y agrava el problema. No pudieron pagar el préstamo de 44.000 millones y ahora el Fondo Monetario les presta otros 20.000 millones de dólares que tampoco serán capaces de pagar”, manifestó.
Enseguida se refirió a la inflación. “Las personas podrán decir, ‘miren, la inflación en la Argentina sí se ha reducido’, claro, se ha reducido porque han usado estos 20.000 millones de dólares para mantener el tipo de cambio [precio del dólar] sin que esta se caiga y esto ha jugado un gran rol para reducir la inflación”.
“El país no es viable, con más de 56.000 millones de dólares en deuda, no podrán pagar esto, y esto agrava otro, y seguramente en unos años veremos otra crisis. Aunque las cifras ahora se ven bien en torno a la inflación, si analizamos en dónde está Argentina, está en la puerta de otra crisis”, sentenció Stiglitz.
AGE