El escenario de conflicto en Lácteos Verónica no deja de tensarse y, tras la propuesta de la empresa de avanzar con un esquema de despidos, suspensiones y pagos de salarios e indemnizaciones en cuotas, legisladores nacionales y representantes de los empleados de la firma presentaron un proyecto de resolución donde exigen la continuidad de los puestos de trabajo y el pago a término de los sueldos. La iniciativa busca tirar abajo las pautas de achique que, en el marco de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), la láctea presentó recientemente en audiencia vía Zoom con representantes de la Secretaría de Trabajo nacional y delegados de los empleados de la láctea y el gremio ATILRA. La empresa, mientras tanto, niega una posible venta.
La resolución, que lleva la firma de más de 20 diputados y diputadas nacionales, demanda “una pronta y eficaz intervención de la Secretaría de Trabajo de la Nación” con el fin de sostener la continuidad de 700 empleos y el correcto cumplimiento de las obligaciones salariales.
Por estos días, Lácteos Verónica debe casi la totalidad de los sueldos de junio y el medio aguinaldo. La semana pasada, la firma propuso despedir a 210 personas, suspender a otras 200 por el plazo de dos meses, además de abonar sólo el 75% de cada salario.
La empresa argumentó que su negocio decayó fuerte por el menor consumo de lácteos y el incremento de los costos operativos. Controlada por la familia Espiñeira, la compañía obtuvo un revés de parte del Gobierno tras la audiencia de hace unos días. En concreto, Trabajo exigió que Lácteos Verónica presente documentación que valide los argumentos que la firma viene enarbolando para promover los recortes de personal.
Ligado a esto, representantes de los empleados de la compañía también afirmaron que no se habría presentado “balances ni documentación real sobre la situación económica” de Lácteos Verónica. Mientras tanto, y en señal de protesta, los trabajadores de la empresa siguen implementando una retención de crédito laboral de cuatro horas por turno y, en paralelo, la reducción de jornada a tres días semanales.
Al mismo tiempo, también proliferan las acusaciones de presunta “crisis inducida” por parte de empleados y funcionarios provinciales. En ese sentido, se mencionan posibles maniobras de triangulación de activos rurales y maquinaria entre Lácteos Verónica y Las Becerras, otra empresa ligada a los Espiñeira.
Las Becerras, se afirma, comparte directivos con Lácteos Verónica y hasta el momento parece no registrar deudas ni conflictos laborales.
A todo este presente turbulento se suman versiones que sostienen que los dueños de la láctea activaron conversaciones con compañías extranjeras para un probable traspaso. Sin embargo, fuentes cercanas a Lácteos Verónica afirmaron a iProfesional que “hoy el foco de la empresa está en la reestructuración que se le presentó a la Secretaría de Trabajo”.
“No se están teniendo conversaciones con ningún grupo para una posible venta de la empresa. Se entienden las especulaciones en un momento como éste, pero hoy el foco es otro”, añadieron.
Cómo es el plan de achique que propone Lácteos Verónica
Según se dejó asentado en el acta de la audiencia reciente, Lácteos Verónica busca suspender al 30% de su plantel de empleados por el lapso de 60 días. Además, la firma propuso cubrir el 75% de los salarios bajo un régimen de cuotas y abonarlos con posterioridad a la fecha de vencimiento.
Lácteos Verónica también pretende modificar los turnos laborales y reducir las jornadas por 120 días. En simultáneo, la firma pidió dejar sin aplicación por un período de un año los acuerdos y convenios que fijan incrementos salariales.
La firma acercó un comunicado donde asegura que “la crisis que atraviesa la empresa está relacionada de manera directa con lo que ocurre en el sector lácteo en Argentina“.
Y expuso como argumentos relacionados: “Caída en la producción (un 7% en 2024) descenso en el consumo (una baja del 9.7% en el mercado interno en 2024), aumento de costos (contexto inflacionario de los últimos 10 años), cadena de valor poco competitiva y concentración del mercado. Esto se ve potenciado por la imposibilidad de acceder a financiamiento a tasas razonables de interés”.
Lácteos Verónica y su deuda
La firma mantiene una deuda con proveedores que la sitúa al borde de la quiebra.
En concreto, y según pudo comprobar iProfesional, la compañía acumula 1.676 cheques rechazados por falta de fondos sólo en lo que va del año. Y, por efecto de esa misma emisión de papeles sin respaldo, la compañía debe más de 5.420 millones de pesos.
Según pudo chequear este medio en la base de deudores del Banco Central (BCRA), la firma sólo ha cubierto hasta el momento poco más del 9% de los cheques que emitió este año.
De un total de 1.829 cheques girados durante 2025, la empresa en cuestión abonó apenas 153. Los bancos Nación, Macro y BBVA, así como cooperativas de servicios y otras entidades que otorgan créditos se encuentran a la cabeza de las compañías más afectadas por la falta de pagos de Lácteos Verónica.