El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, habló sobre el tenso momento que protagonizó la vicepresidenta Victoria Villarruel al ser abucheada a la salida de una misa por el papa Francisco. El eclesiástico hizo alusión a un ”grupo minoritario“ al referirse a las personas que le gritaron a la funcionaria en la Basílica de San José de Flores.
“El mejor mensaje es el de estar todos reunidos, apostar a la unidad”, dijo este martes por la mañana en la puerta de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y remarcó: “Despedimos al padre de todos y, sobre todo, al que prestaba atención a sus hijos más pobres, enfermos; era el padre de la misericordia, que nos enseñaba a tratarnos bien entre nosotros, cosa que a veces los argentinos no hacemos”.
Asimismo, este lunes por la noche y luego de la misa en Flores, el arzobispo dio una entrevista a Carlos Pagni en LN+ en la que se refirió al incidente en la basílica. “Yo planteé que, si estamos recordando al padre de todos, qué lindo regalarle entre todos un momento de unidad, respetando la diversidad”, dijo. “Me pareció absolutamente innecesario. Es como que escuchamos y celebramos algo, pero después, en la calle, volvemos a lo mismo de siempre”, lamentó al respecto.
De esta forma, el arzobispo se refirió a lo sucedido tras la ceremonia que congregó a aproximadamente mil personas, entre ellas, algunos personajes del arco político argentino.
“Llevátela”, se escuchó el grito de uno de los presentes contra la presidenta del Senado mientras se dirigía a un auto para ser trasladada. También se oyeron cantos con los que llamaban a la vicepresidenta “nazi” y, a diferencia de cuando ingresó a la basílica, Villarruel tuvo que ser acompañada por un equipo de seguridad. “Como a los nazis te va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”, corearon en la vía pública.
Por su parte, en las escalinatas de la iglesia, la vicepresidenta expresó: “Solo recogimiento y acompañar a los católicos y al pueblo argentino en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro Santo Padre. Solamente quiero hablar hoy de lo que fue el papa Francisco”.
Horas antes, había publicado un mensaje en su cuenta de X en el que despidió al sumo pontífice y recordó su visita al Vaticano. “Quiero despedir al santo padre ante su dolorosa partida a la casa de Dios. Surgido de nuestra patria, nos representó como el primer papa americano de la historia”, escribió y siguió: “A los católicos su fallecimiento nos entristece y nos pone frente al misterio de la vida eterna. Como argentinos, el más relevante de la historia nos deja para encontrarse con el creador”.
Durante la conferencia de prensa que ofreció este lunes por la mañana, luego de oficiar la Misa en la Catedral Metropolitana, el arzobispo se mostró visiblemente conmocionado y pidió “no hacer conjeturas sobre el futuro cónclave ni analizar de manera partidista la imagen de Francisco”.
“¿Cuántas veces lo hemos analizado al Papa según si le sonreía o no al presidente de turno en una foto? Cuando uno ha podido compartir con él un poco más y toma dimensión de que ha sido un líder mundial, dice: el Papa juega en las ligas mayores y nosotros estábamos discutiendo sonseras. Creo que tendríamos que, entre todos, tener un profundo acto de humildad y reconocer que se nos fue un grande, y que todavía estamos a tiempo de poder reconocerlo”, dijo, acompañado por los obispos auxiliares de Buenos Aires.
“La emoción que tenemos es una mezcla de tristeza y de dolor por su partida y, al mismo tiempo, agradecimiento por su legado y por su vida, en medio de este contexto de alegría pascual. Por eso casi diría que, en el corazón, los sentimientos son encontrados”, compartió al inicio de la conferencia que tuvo lugar en la sede de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
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