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Simple Minds, la canción que rechazaron y luego fue un hit y cuando Charly García y Pedro Aznar descubrieron la música “Donchu”

Fue en el año 1985 de nuestro señor el momento en que Charly García y Pedro Aznar acuñaron el término “donchu” para referirse a la música que estaban haciendo para un proyecto llamado Tango. Ese año había comenzado con la noticia de la unión entre Charly y Luis Alberto Spinetta, próceres máximos del rock argentino, que decidieron juntar sus enormes talentos para hacer un disco juntos.

Quizás haya habido demasiado poder como para que aquella historia hubiera podido prosperar; disolvieron la asociación, y se dedicaron a ver a otras personas, como en cualquier pareja. Spinetta se juntó con Fito Páez para grabar el doble La La La, mientras que Charly buscó nuevamente la compañía de Pedro Aznar, que al igual que él, reparó en la fonética de un hit de aquel entonces. Y así nació el Donchu.

El origen de tan curioso vocablo (que no llegó a ser un estilo), tenía que ver con el enorme éxito alcanzado por un grupo escocés llamado Simple Minds, a través de un tema para la banda de sonido de la película The Breakfast Club (El club de los cinco): Don’t you (Forget About me).

Nadie esperaba que la canción se transformara en un éxito tan vigoroso, y mucho menos que llegara al puesto Nº1 en los Estados Unidos, cuando en Gran Bretaña Simple Minds era solamente una banda de culto. Y bastante les había costado alcanzar ese lugar de prestigio, que no siempre depara aclamación popular, categoría a la que arribaron a través del Don’t you.

Una canción que no era para ellos

Jim Kerr, el carismático vocalista de Simple Minds, dijo que nunca hubiera escrito una canción como “Don’t you (Forget About me)”, pero le agradece el éxito que les dio. Foto: AP

La canción tuvo un derrotero extraño antes de llegar a las manos de Simple Minds, un quinteto escocés, que se formó al calor del punk en 1977 y que dos años más tarde, ya adaptados al formato new-wave, grabaron su primer disco Life in a Day.

Don’t you (Forget About me) era una canción escrita a medida para la película The Breakfast Club de John Hughes por el productor Keith Forsey, de destacada labor en los años ’80, y el guitarrista Steve Schiff.

Ya sabían quién querían que la interpretase: Bryan Ferry, el excantante de Roxy Music, que se mostró muy receptivo porque pensó que el tema era un hit asegurado, aunque finalmente declinó ya que se encontraba muy ocupado con la confección de su álbum solista Boys and Girls, y sentía que no encajaría allí.

Con la negativa de Ferry, Forsey fue a buscar a Simple Minds, creyendo que la canción sería muy buena para el despegue definitivo de los escoceses. Pero, no sin cierta arrogancia, la banda dijo que no. El cantante Jim Kerr explicó: “Yo jamás hubiera escrito una línea como ‘no te olvides de mí’; era mucho más probable que pudiera escribir ‘olvidame’”.

La canción siguió buscando hospedaje en otras comarcas más hospitalarias, pero fue rechazada por el ascendente canadiense Corey Hart (Sunglasses at Night fue su único logro comercial), The Fixx y hasta Billy Idol, que se había beneficiado por la producción de Keith Forsey en el disco que lo consagró en 1983: Rebel Yell.

Forsey, sin muchas más puertas que tocar, volvió a golpear la de Simple Minds, que todavía se preguntaban si habían hecho bien o mal al rechazarla. Forsey le dejó la letra a Jim Kerr para ver si quería cambiarle alguna palabra, pero decidió no introducirle modificaciones al ver la escena que acompañaría la canción, porque entendió finalmente la intención cinematográfica del tema en cuestión.

Pedro Aznar y Charly García, en los ’80 bautizaron la música “donchu”.

La llegada al número 1

El 18 de mayo de 1985, Don’t you (Forget About me) conquistó el primer puesto de los charts estadounidense, desplazando de la punta nada menos que a Madonna que parecía fuerte con Crazy for you. Pero aquellos años fueron caracterizados por una movilidad sorprendente, y el tema de Simple Minds fue destronado una semana más tarde por Wham! (el duo de George Michael y Andrew Ridgeley) con Everything She Wants. Y estos, dos semanas más tarde, caían de la cima por la presión de Tears For Fears y su inolvidable Everybody Wants to Rule the World.

Sin embargo, las bases del sonido “donchu” quedaron asentadas en aquel simple y luego Simple Minds alcanzó su cota máxima en el río del éxito con la grabación del disco que los consagró definitivamente, aunque es justo decir que venían haciendo mérito: Once Upon a Time, de 1986, con la producción de Jimmy Iovine y Bob Clearmountain.

Fue su segundo álbum en posicionarse Nº1 en Gran Bretaña y desde esa base despegó una canción que explotaría en las radios, las discotecas (antes que llegara la música House y homogeneizara el beat) y se convertiría en un himno generacional: Alive & Kicking (vivito y coleando).

El “donchu” explotaba en los poderosos brazos del baterista Mel Gaynor y canalizaba su energía en la ardorosa vocalización de Jim Kerr, que ya llevaba dos años de matrimonio con Chrissie Hynde, cantante de Pretenders.

Dato curioso: Simple Minds vuelve a Buenos Aires el 1º de mayo para tocar en el Movistar Arena, y Pretenders tocará dos semanas después en el mismo lugar. Una buena distancia para una expareja.

Durante un tiempo se pensó en Simple Minds como en unos nuevos U2, por cierta semejanza en el sonido, y porque se creía que eran momentos para grupos con un sonido expansivo y cierta vocación combativa, como la que Simple Minds demostró en su disco de 1989, Street Fighting Years (Años de pelea callejera), que fue el tercer álbum número uno en Gran Bretaña, aunque marcó un descenso en los Estados Unidos.

Aquel disco tendría otros temas destacados en el repertorio de Simple Minds como Mandela Day, This is your Land y hasta una versión del Biko de Peter Gabriel. Simple Minds continuó siendo relevante en su tierra hasta 1998, cuando su álbum Neapolis no consiguió el favor del público, pero dos décadas más tarde se vieron reivindicados por el éxito de Walk Between Words (2018) y su último trabajo Direction of the Heart (2022).

Jim Kerr cantante y lider del grupo escocés Simple Minds. Foto: EFE/Sandro Campardo

El reconocimiento

Retomando la cuestión del “Donchu”, continúa siendo su tema más conocido, y hasta Jim Kerr, que se había manifestado en contra de grabarlo en la primera propuesta, tuvo la hidalguía de reconocer que “tengo que admitir que Don’t you (Forget About me) fue una canción que abrió un montón de puertas para nosotros”.

Las mentes simples, con el tiempo y la debida reflexión, terminan por ser mentes abiertas. “Pero nunca quisimos seguir haciendo canciones como esa, porque hubiera sido el fin del grupo a largo plazo. No nos aferramos a las fórmulas en la música. Somos más proclives a la improvisación y a hacer lo que no se espera de nosotros”.

Seguramente, en su retorno a la Argentina después de mucho tiempo, improvisarán con el público, pero tendrán los pies bien asentados en un repertorio que sus fans conocen bien. Y sí, no faltará el “Donchu”.

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