Agentes de US Marshals irrumpieron el martes 28 de enero en una vivienda de Elgin, Illinois, con el objetivo de arrestar a un extranjero identificado como José Ramos. Sin embargo, tras forzar la entrada y detener temporalmente a los habitantes del domicilio, se llevaron a Raúl López, quien fue entregado a las autoridades de inmigración. Durante el procedimiento, la familia exigió ver la orden de arresto, pero los agentes, según su relato, se negaron a mostrarla.
El operativo comenzó alrededor de las 7 AM, con fuertes golpes en la puerta de la vivienda de la familia López. Al abrir, los agentes preguntaron por José Ramos, a quien buscaban por un intento de asesinato ocurrido el 12 de noviembre en Elgin. Sanjuana Ramos, madre de José, informó que su hijo ya no vivía allí desde hace meses. A pesar de ello, los oficiales ingresaron a la casa y sacaron a todos, incluida una mujer con un bebé en brazos, informó Chicago Tribune.
Entonces, detuvieron temporalmente a los residentes y, sin presentar una orden de arresto, se llevaron a Raúl López, el padre de la familia, quien se había escondido en el ático al notar la irrupción. Posteriormente, lo entregaron a las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, según sus siglas en inglés).
Sanjuana aseguró que su esposo no tenía antecedentes criminales y que su único problema era su estatus migratorio. La familia indicó al medio que los agentes justificaron su acción con la frase: “Tenemos que llevarnos a alguien”.
El abogado Jorge Montes explicó a Univision que la ley permite a la policía federal forzar la entrada de una casa cuando buscan arrestar a una persona con antecedentes criminales. “Tienen el derecho a esa clase de violencia en la puerta porque puede ser una situación peligrosa”, señaló Montes.
Asimismo, precisó que la autorización para entregar a López al ICE se fundamenta en una política implementada bajo el gobierno de Donald Trump, que permitió la cooperación entre agencias federales, como el FBI y el Departamento de Justicia, con las autoridades migratorias.
Esta política, conocida como “arrestos colaterales”, había sido prohibida bajo la administración de Joe Biden, pero fue restablecida con la llegada del nuevo gobierno. De esta manera, inmigrantes ilegales sin antecedentes penales pueden ser detenidos solo por estar en el lugar de los operativos.
Un vocero de la Fuerza de Tareas de Fugitivos de la Región de los Grandes Lagos del Servicio de Alguaciles de EE.UU. confirmó que los agentes de ICE estaban presentes en el operativo y que la detención de López fue producto de una revisión sistemática de la vivienda, informó Chicago Tribune.
Cuando la autoridad que se presenta en el domicilio es el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), existen medidas que, según las recomendaciones de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), pueden seguirse para proteger los derechos de las personas en esa situación.
Si agentes del ICE llegan a un vivienda, es fundamental mantener la calma y actuar con precaución. No se está obligado dejarlos ingresar, a menos que los oficiales presenten una orden judicial válida firmada por un juez. Se recomienda comunicarse con ellos a través de la puerta cerrada y pedirles que se identifiquen. En caso de que afirmen tener una orden, se puede solicitar que la muestren a través de una ventana o que la pasen por debajo de la puerta para su revisión.
Las personas tienen derecho a permanecer en silencio y no están obligadas a responder preguntas sobre su estatus migratorio ni a proporcionar documentos. No se debe firmar ningún papel sin consultar previamente con un abogado. En tanto, una orden de deportación (formulario I-205) no es suficiente para permitir el ingreso forzado.
Si los agentes ingresan a la fuerza, no se recomienda oponer resistencia física, ya que esto podría representar un riesgo. En su lugar, se puede manifestar claramente: “No consiento su entrada ni el registro de este lugar. Estoy ejerciendo mi derecho a guardar silencio y deseo hablar con un abogado/a lo antes posible”. En el caso de personas en libertad condicional con una condición de registro, las autoridades podrían entrar sin una orden.