Luego de comenzar la semana con compras netas por u$s107 millones, el Banco Central volvió a comprar divisas este martes y extendió la racha positiva. De esta manera, las reservas alcanzaron el nivel más alto en la era Javier Milei.
El BCRA compró este martes otros u$s33 millones, mientras que las reservas brutas treparon u$s100 millones, debido fundamentalmente al impacto de las compras realizadas por la autoridad monetaria el lunes.
Según estimaron los analistas, las mayores compras están vinculadas a una mayor liquidación del agro por la entrada de dólares de la cosecha fina y una demanda privada que se encuentra más contenida.
De esta manera, las reservas brutas alcanzaron este martes los u$s32.904 millones, nuevo récord desde que Javier Milei es presidente.
El Banco Central ratifica así el buen comienzo de año en materia compra de divisas. Luego de un 2024 en el que acumuló compras netas por u$s18.742 millones, un monto récord post crisis de la convertibilidad.
El foco en las reservas netas y el pago de deuda que se viene
De todas formas, los analistas alertan que las reservas netas siguen siendo muy negativas, dado que se han recuperado gradualmente, pero a menor ritmo que la compra de divisas por el impacto de los pagos de deuda, y las intervenciones en el mercado para mantener contenidos a los dólares financieros.
Por eso es clave lograr un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que contemple fondos frescos que permitan reforzar las reservas netas, lo que a su vez, es crucial para poder levantar el cepo cambiario. Y en ese sentido, pese a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, persisten las dudas en los analistas acerca de si el organismo internacional habilitará un desembolso inicial de la magnitud necesaria para acelerar la salida del cepo.
El ministro de Economía, Luis Caputo, había asegurado que el Gobierno prevé cerrar un acuerdo con el FMI durante el primer cuatrimestre del año próximo. Según algunos trascendidos, el directorio del organismo revisaría durante este mes el programa con Argentina. De todos modos,el Gobierno ya compró casi todos los dólares que necesita para pagar vencimientos de deuda en 2025.
Las reservas brutas tuvieron en 2024 un aumento de u$s6.534 millones gracias a la buena racha compradora del BCRA. En cuanto a las reservas netas, los analistas de Cohen S.A. estimaron que son negativas en torno a u$s2.900 millones y que se profundiza a -u$s5.700 millones al incluir los vencimientos corrientes del BOPREAL y a -u$s7.900 millones si se suman los vencimientos de capital de los bonos del Tesoro programados para enero.
Hay que tener en cuenta que las reservas caerán el 9 de enero en unos u$s3.000 millones por el pago de vencimientos de Bonares y Globales. En ese marco, el Gobierno estaría por anunciar la concreción de un Repo, préstamo sindicado con bancos a cambio de bonos como garantía, para reforzar las reservas
Dólares: ¿el Banco Central podrá repetir el nivel de compras de 2024?
La consultora Outlier sostuvo que “aún con Vaca Muerta mediante, es muy difícil que 2025 emule a 2024 en materia cambiaria” y de acumulación de divisas dado que “buena parte de los factores ya no están: mercado cambiario cerrado y luego con acceso muy restringido para importadores y caída muy fuerte de la actividad, entre los dos más importantes”.
En ese sentido, la consultora remarcó que en el primer semestre de 2024: “Tuvimos al principio un mercado de cambio cerrado para importadores y luego con restricciones de acceso que se fueron flexibilizando con el correr de los meses. También tuvimos un Impuesto PAIS con una alícuota incrementada a 17,5% y una caída muy fuerte de la actividad económica que hizo piso en abril y que se revirtió con mayor fuerza a partir de julio”.
“Durante el segundo semestre fue clave el blanqueo, con el incremento de la oferta local de dólares que favoreció la prefinanciación de exportaciones y los préstamos y colocaciones en moneda extranjera”, agregó.
De cara a este año, la consultora planteó que “el impacto del blanqueo fue perdiendo fuerza hacia el cierre del año pasado, con lo cual lo más lógico y consistente con un escenario 2025 de recuperación de la actividad económica y continuidad del esquema cambiario oficial, al menos, hasta que haya acuerdo con el FMI con un tramo de financiamiento considerable, es que el ritmo de las compras netas se reduzca de forma perceptible respecto de 2024″.
De igual diagnóstico, Pablo Repetto, jefe de Reseach de Aurum Valores, evaluó que “bajo el actual esquema cambiario parece bastante difícil que se repita esta performance, sobre todo porque el nivel de intervención cambiaria de 2024 estuvo muy influido por las trabas a los pagos de importaciones en el primer tramo del año pasado”.
“Sin dólar blend y con un mercado cambiario que operase con mayor libertad, podrían acercarse a esos niveles aunque es posible que, bajo un esquema más libre, el tipo de cambio real se ubique un poco por encima de los niveles actuales”, señaló.
A su vez, Martín Kalos, director de Epyca, alegó que la acumulación de reservas durante 2024 se logró en gran parte por el “el blanqueo. Esos dólares depositados en cuentas bancarias permitieron que los bancos salieran a ofrecer créditos en dólares, y que por la dinámica de cómo está regulado, automáticamente el que tomó el crédito tiene que liquidarlo en el mercado oficial y eso permite que el BCRA compre”.
“Eso, más una buena cosecha, más una recesión profunda que redujo en varios meses la demanda de importaciones, más la continuidad del cepo, es lo que permitió acumular dólares. Esa dinámica fue muy particular de 2024. No se va a repetir en 2025“, pronosticó.
Kalos esgrimió que “este año tenemos a favor términos cambiarios, el superávit comercial que va a haber, tanto del sector energético como agro, y que pueden empezar a darse las primeras entradas de dólares por el RIGI”.
“Pero esos tres factores que juegan a favor, después tienen en contra que la apreciación cambiaria es importante, y el Gobierno promete que vamos a seguir teniendo apreciación cambiaria cada vez mayor -si se cumple con la reducción del crawling del 2 al 1% mensual-, y un año que va a ser de recuperación de la actividad económica, con lo cual la demanda de importaciones también va a ser mayor”, advirtió.
“Con un tipo de cambio tan apreciado como el que tenemos y seguiremos teniendo, si el Gobierno cumple su promesa y con un crecimiento de 5%, la demanda de dólares para importaciones aumentaría muchísimo”, auguró.
En sintonía, Naud juzgó que “repetir el resultado de compras del 2024 resulta muy desafiante” dado que “en 2025, la mejora de actividad esperada se traducirá en mayores importaciones, las cuales ya se encuentran prácticamente normalizadas”.
“En nuestro escenario base, esperamos que las importaciones sean u$s7.000 millones más que las del año pasado, lo que implicaría una cuenta corriente menor y puede afectar a la recompra de dólares por parte del BCRA. Sin embargo, el desempeño positivo de la balanza energética puede compensar parcialmente esto”.
En la misma línea, Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores, concordó que “la dinámica de reservas no será la misma que en 2024, porque la mejor parte de la acumulación fue por el blanqueo, y en 2025 eso ya no lo vas a tener”.
¿Cuántas reservas en dólares podría acumular este año el Banco Central?
En cambio, la economista Natalia Motyl dijo que “se espera no solo repetir la performance alcanzada en 2024, sino mejorarla significativamente en 2025“. Y argumentó que “esto se debe a varios factores económicos clave que transformarán el panorama financiero del país”.
“En primer lugar, 2025 marca la salida del cepo cambiario, lo que generará un ingreso importante de capitales, más dólares para la economía. Esta apertura cambiaria incentivará la liquidación de divisas retenidas por exportadores, que hasta ahora preferían mantener sus dólares fuera del sistema formal debido a la brecha cambiaria. Además, se espera que la unificación cambiaria atraiga inversiones extranjeras directas, especialmente en sectores estratégicos como energía, litio y agroindustria”, fundamentó.
Por otro lado, Motyl señaló: “Se anticipa una corrección significativa del tipo de cambio, pulsada por una desaceleración fuerte de la inflación y una política monetaria restrictiva. Este escenario generará un tipo de cambio más competitivo para los productos argentinos, lo que aumentará las exportaciones en términos de cantidades. Esto implicará que más bienes nacionales se coloquen en los mercados internacionales, traduciéndose en un flujo mayor de divisas hacia el país”.
“El factor monetario también jugará un rol crucial. Durante 2024, el BCRA llevó adelante una política de contracción monetaria que redujo significativamente la cantidad de pesos en circulación. Esta menor liquidez se reflejará durante todo 2025, disminuyendo la demanda de dólares en el mercado interno. Con una menor presión sobre el dólar, se abrirá la posibilidad de acumular reservas gracias a una mayor oferta de divisas, ya que quienes poseen dólares buscarán intercambiarlos por pesos, que ahora serán más escasos y valiosos”, sostuvo.
En ese contexto, la economista estimó que “en un escenario moderado, estas condiciones permitirían una acumulación de reservas de entre u$s15.000 y u$Ss20.000 en 2025. Sin embargo, en el mejor de los casos, con un crecimiento sostenido de las exportaciones y un flujo constante de capitales externos, se podría alcanzar una acumulación de entre u$s20.000 y u$s25.000 millones”.
Reservas: cuáles son los factores claves
Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, subrayó que “tras un 2024 récord en materia de compras del BCRA en el MULC, creemos que la dinámica cambiaria en 2025 dependerá de algunos factores tanto domésticos como exógenos”.
“Por el lado de los primeros, será clave ver si el gobierno prorroga o no el dólar blend, que en 2024 impidió que el BCRA comprara, en promedio, alrededor de u$s1.300 millones adicionales por mes, según nuestras estimaciones”.
Además, advirtió que “la fuerte apreciación cambiaria de 2024, de profundizarse, podría implicar mayor demanda de divisas para importaciones de bienes y servicios”.
“Por el lado exógeno, los factores a seguir serán principalmente los precios de los commodities, el grado de fortalecimiento del dólar como moneda a nivel mundial, las políticas comerciales de EE.UU. y la dinámica fiscal de Brasil, que viene golpeando de forma adversa al real brasileño“, enumeró.
A su vez, Ramírez explicó que la dinámica cambiaria “va a depender de la cuenta corriente, lo que se relaciona con las exportaciones e importaciones. En ese sentido, si bien va a ser un año mejor que 2024, los precios internacionales no juegan tan a favor, y habrá que ver cuando asuma Trump las medidas que va a adoptar, porque si vos tenes una guerra comercial con China, el panorama te puede mejorar mucho porque vas a tener una demanda de soja parte de China”.
Ramírez recalcó que el otro factor a tener en cuenta es “el acuerdo con el FMI. Se está hablando que podrían venir entre u$s20.000 y u$s25.000 millones, pero habrá que ver, y si vienen, cuándo, si en el primer trimestre, en el segundo trimestre, o si vienen al fin de 2025”.
“Va a ser importante en la negociación que el adelantamiento inicial sea el mayor monto posible. Hoy las reservas netas me están negativas, en torno a u$s6.580 millones si se consideran como pasivo los pagos de BOPREAL a doce meses, y si no se deducen los depósitos del Tesoro ni la de los BOPREALES, alcazan un estimación negativo de 1.721 millones al 31 de diciembre. Con ese dinero fresco del FMI, podrías terminar con reservas netas positivas”, especuló.
“Si al agro le sumás Vaca Muerta y algún otro sector exportador, tenés una buena dinámica, pero va a depender mucho de que no sigas atrasando el tipo de cambio y que ese atraso cambiario lo puedas corregir en algún momento. Son muchos objetivos y tenés pocos instrumentos para lograrlo”, concluyó.
En LCG resaltaron: “El Gobierno dejó trascender que avanza sin inconvenientes en un nuevo acuerdo con el FMI que habilitaria fondos frescos que permitan recomponer las menguadas reservas. El monto total es todavía una incógnita, pero cuesta creer que el organismo, aún con cambios de aire en la administración estadounidense, vuelva a habilitar un aumento de endeudamiento sin demandas, sobre todo cuando en diversas comunicaciones viene sosteniendo la necesidad de que los flujos de dólares no se deterioren, a raíz del atraso cambiario. Tanto por la administración del stock como por los flujos será clave ver si, durante el 2025, el Gobierno transita el año con o sin la colaboración del FMI”.