Dos ladrones entraron a las oficinas de una mina de oro en Santa Cruz durante la madrugada del sábado, maniataron a un par de empleados y se llevaron una caja con una cantidad aún determinada de onzas de oro, que habían sido extraídas ese mismo día, en un asalto que los investigadores sospechan que estuvo vinculado a un dato filtrado.
El blanco fue la mina Don Nicolás, ubicada 156 kilómetros al norte de Puerto San Julián, en la zona de la estancia El Cóndor. Según publicó el diario La Opinión Austral, los delincuentes maniataron a un técnico del laboratorio, quien se encontraba realizando tareas nocturnas. También redujeron a tres técnicos mecánicos de una empresa externa, los cuales realizaban tareas de mantenimiento.
Al técnico le exigieron información sobre la bóveda de seguridad de la empresa. Luego se dirigieron al laboratorio, donde había una “cantidad excepcional” de muestras de oro, producto de una acumulación inusual que se había conseguido ese día.
El dato sobre la cantidad de oro, sumado a que los ladrones encararan puntualmente para la caja hace pensar a los investigadores que puede haber existido una filtración de información de alguien dentro de la empresa.
“Alguien abrió la boca”, planteó una fuente judicial a La Opinión Austral.
“Por suerte nadie de nuestro personal resultó herido y no lograron sustraer nada significativo”, había planteado Verónica Nohara, presidenta de la minera, al diario local, algo que finalmente fue desmentido.
La mina comenzó a operar en diciembre de 2017, tras un estudio de campo que indicó que se podrían extraer hasta 50.000 onzas de oro al año.
El año pasado, en abril, la minera Patagonia Gold había sido el blanco de un ataque en el que una banda se llevó 14 barras de oro y plata, valuadas en más de un millón de dólares, en un caso que sigue sin resolverse.