La segunda edición de la Feria del Olivar de la Sierra ha reunido en Villanueva de Córdoba a numeroso público que ha podido conocer las características del aceite que surge de los olivos de las sierras, que conlleva más dificultad que los de zonas llanas, especialmente en la recolección de la aceituna con sus pendientes y el traslado a la almazara, tal y como señaló el promotor del evento, Samuel Muñoz.
La cita se llevó a cabo en la Cooperativa Nuestra Señora de Luna, donde hubo un desayuno molinero con el aceite elaborado en la misma y también se realizó una cata. Posteriormente, se pudo conocer el acarreo de los mulos, transportando la aceituna desde la sierra por el arriero Andrés García, uno de los pocos que ejercen esa tarea «y es que es un oficio duro pero al mismo tiempo bonito porque hay determinadas zonas que si no es por los animales no se podrían cargar los sacos de aceituna». Los asistente vieron cómo llegaban los mulos con los sacos y se depositaban en la almazara de la cooperativa para, acto seguido, convertirse en aceite.
Otro momento destacado fue el concurso de lanzamiento de hueso de aceituna en la categoría de infantil, porque la de adultos se suspendió debido a la lluvia. Además, en una finca próxima se realizó el concurso de pastoreo con perros de la liga Induvap, con Daniel Illescas al frente.
La Feria del Olivar de la Sierra contó con distintos expositores de empresas y con actuaciones, y aunque apareció la lluvia se destacó desde la Cooperativa que es bienvenida para el olivar.