Los principales directivos de Worldcoin, el protocolo que se hizo famoso por escanear el iris de los ojos para obtener datos biométricos a cambio de una criptomoneda, desembarcaron esta semana por segunda vez en Argentina y tuvieron reuniones con líderes del sector tech, el Gobierno y medios de comunicación. La compañía quiere pisar fuerte en América Latina e impulsar el inicio de sesión biométrico a través del ojo de Tools For Humanity, la plataforma basada en blockchain que está detrás de esta cripto.
Cuestionada por expertos en ciberseguridad y bloqueada en varios territorios, la empresa cofundada por Sam Altman (CEO de OpenIA, dueña de ChatGPT) propone ser un “pasaporte digital” que resuelva un problema que suena simple, pero es bastante complejo a nivel técnico: la identificación y la autenticación online, ese proceso que todavía queda atado a un usuario y una contraseña, que es uno de los principales vehículos de las ciberestafas en la actualidad.
Este protocolo es muy criticado en algunos países de Europa, donde las leyes de protecciones de datos personales son mucho más estrictas que en América Latina. A principios de marzo, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), el ente que regula la privacidad de las personas, le ordenó el «cese de inmediato en la recopilación de datos personales en el territorio español». En Portugal -también enmarcado en la ley de protección de datos europea (GDPR)- y Kenia también enfrentaron suspensiones.
Por esto, Worldcoin se mueve hacia otros continentes para buscar adhesiones. Opera sin restricciones en nuestro país, donde hace ruido por las rápidas ganancias que les ofrece a sus usuarios, según reportó Clarín hace dos semanas. Y no es casual: se trata de uno de los territorios con mayor penetración, con un dato oficial de 500 mil escaneos y otro, por lo bajo, que ya supera el millón.
Durante el verano, la empresa desplegó un operativo en la Costa Atlántica para escanear iris de jóvenes, entregar criptomonedas y ganar adhesiones con un discurso de inclusión financiera bajo la idea de una “renta universal”. Y, de manera frecuente, se puede ver al “orbe” que captura el iris en la Ciudad de Buenos Aires, universidades del conurbano y hasta zonas de bajos recursos.
En Pinamar, en el verano, escaneando iris. Foto: Federico López Claro Por su accionar, a comienzos de este año, la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) inició en nuestro país una investigación. Asociaciones que luchan por la protección de los datos y la privacidad online en Argentina, como Vía Libre y O.D.I.A. han planteado sus preocupaciones.
En este contexto, para estrechar sus lazos con América Latina, el CEO de la compañía, Alex Blania, visitó la Argentina, donde la empresa realiza una auditoría técnica con una empresa argentina especializada en ciberseguridad y lo que se conoce en el ambiente como “pentesting”: hacer un testeo de un sistema para tratar de hackearlo y conocer sus vulnerabilidades.
Desde el año pasado, la compañía arregla encuentros con periodistas para contar el proyecto e incluso los motiva a que escaneen sus iris. Esta semana, Blania visitó la Argentina por segunda vez (la primera fue el año pasado) y mantuvo reuniones con directivos de medios, entre ellos, Clarín: “Creo que hay partes del proyecto que se pueden malinterpretar, por eso es clave dar explicaciones”, aseguró.
Después de una gira asiática por Singapur, Malasia y Emiratos Árabes, el CEO de Tools for Humanity desembarcó en Argentina y se reunió con Demian Reidel, exvicepresidente del Banco Central y actual Presidente del Consejo de Asesores Económicos de Javier Milei, en Palacio Duhau (en Avenida Alvear 1661, Ciudad de Buenos Aires). Además, visitó empresas y medios de comunicación.
En su visita a este medio, respondió preguntas sobre el proyecto de Worldcoin, las polémicas que genera, la prohibición en España y más.
La identidad online, un problema
El proceso de logueo por usuario y password, el más tradicional de la actualidad. Foto: Shutterstock─La identidad online parece un concepto simple y, sin embargo, es parte de lo que Tools of Humanity quiere implementar con Worldcoin. ¿Cómo explicarías este problema?
─Voy a empezar con ChatGPT o algún sistema de inteligencia artificial (IA) de estos nuevos que aparecieron este tiempo. Pensemos, son sistemas que pueden crear texto, video, imágenes, casi de manera perfecta. La manera en la que hablás con ChatGPT se siente como si hablaras con una persona. Y eso ya puede ocurrir en una app de mensajería, en Twitter, en Instagram, donde empezás a cruzar contenido hecho por bots, por cuentas que no son humanas. En la mayoría de los casos es probable que sea divertido, ¿no? Sin embargo, también empieza a ser un problema.
─¿Por qué?
─Porque en un momento vas a querer asegurarte si hay una persona detrás de esas interacciones que estás teniendo, si hay alguien controlando. Creo que si no tenemos una prueba de humanidad, una gran parte de internet se va a empezar a desmoronar. Se va a transformar en un lugar muy raro: vas a estar en Twitter discutiendo con alguien y va a ser una IA sin que te des cuenta. Y estamos hablando de sistemas muy poderosos que ejercen una influencia en la opinión pública. Algo que me preocupa personalmente es que una gran parte de nuestra democracia ocurre en internet, en plataformas como Twitter o X, y creo que proteger nuestra democracia es muy importante.
─¿Cómo funciona el sistema biométrico de Worldcoin?
─El gran problema que hay que resolver es que un usuario puede crear identidades múltiples. Supongamos que soy un actor malicioso y quiero influenciar la opinión pública, interferir en elecciones, etc. Puedo crear cientos de miles de cuentas en diversas plataformas y hacerlas correr por múltiples IA.
─Algo que, en efecto, sucede.
─Exacto. Y va a pasar cada vez más. El tema es que, hasta ahora, en general siempre podíamos ver si se trataba de un bot. Pero con el paso del tiempo se va a tornar cada vez más difícil hacer esa distinción y va a ser cada vez más necesario verificar, en los distintos servicios y plataformas que usamos, que uno es una persona real. Si tengo una única cuenta que verifica eso, no necesito dar datos personales como fecha de nacimiento, país, etc.: necesito validar que «soy una persona única y que estoy usando un servicio». Eso es un problema muy difícil de resolver.
─A pesar de que dispositivos como iPhone o Android ya trabajan con biometría, ustedes hacen una distinción. ¿Cuál es?
─Sí, porque FaceID lo que resuelve es que sos la misma persona que está accediendo a su teléfono. Es una comparación 1 a 1. Para resolver la prueba de que un humano es único en internet, necesitamos decir «soy único entre otra cantidad de gente». Entonces lo primero que se necesita hacer es construir un hardware personalizado para tomar una foto del ojo, que es algo que puede escalar a miles de millones de personas. Este sistema se construye sobre una blockchain, es decir, no se hace sobre un sistema centralizado sino descentralizado y por este motivo se mantiene anónimo. Estos son los fundamentos para resolver un problema de escala global.
La visita a Argentina
Alex Blania, en la redacción de Clarín. Foto: Ariel GrinbergBlania contó que Argentina es, dentro de América Latina, un país particular, debido a que Worldcoin tiene presencia desde las etapas más prematuras de proyecto. El activo ecosistema local es para el CEO algo que jugó a favor de la empresa, que abrió oficinas esta semana en el país. «Esperamos cientos de contrataciones para los años que vienen», aseguró.
─¿Qué estás haciendo en Argentina?
─Tuvimos reuniones con los diarios y medios más influyentes, miembros del Gobierno y también empresas locales. Lo que estoy tratando de sacar de estas reuniones es una cuestión de educación sobre el proyecto, porque creo que hay aspectos que se pueden malinterpretar, además de poder tener una comprensión personal del país. Es un país que se encuentra en un gran cambio, creo que es un momento muy emocionante para Argentina y quiero entender qué está pasando con la economía y la política. Eso me va a ayudar a llevar el proyecto en el camino correcto.
─¿Te reuniste con el Presidente, o sólo con sus asesores?
─No todavía, espero que pronto.
─En nuestro país hemos tenido muchos leaks el último tiempo. Ustedes están haciendo una auditoría con una empresa de ciberseguridad argentina, ¿qué me podés contar de estos «pentest» que realizan?
─Ví que la semana pasada hubo un leak de licencias de conducir en Argentina, de hecho. A ver: hay dos niveles para pensar este problema. Diseñamos el sistema de manera tal que incluso si una parte fuese comprometida, el peor escenario implicaría que no se comprometa la privacidad de nadie.
─¿Cómo?
─Nos aseguramos que todo quede separado: tu World ID está escindido de tu cuenta, que es lo que tiene tu información, y esto está probado criptográficamente -es open source-. Entonces: incluso si tenemos un problema de seguridad, la privacidad no se vería comprometida. El segundo punto es que auditamos el sistema constantemente con algunas de las mejores firmas de ciberseguridad del mundo y sí, estamos haciendo una auditoría con una empresa argentina. Pero, a fin de cuentas, creo que Worldcoin no va a funcionar si depende de una compañía. Es muy similar a Ethereum en ese sentido, necesita un protocolo descentralizado. Esto es muy importante y tiene mucho impacto para ser controlado por una compañía: la solución real a esa pregunta es que estamos construyendo un sistema descentralizado que es auditable y de código abierto.
El «orbe» está siendo auditado por una empresa argentina de ciberseguridad. Foto: Federico López Claro ─Las leyes de protección de datos son muy estrictas en Europa por las normas de GDPR. ¿Vienen a América Latina porque las leyes son más laxas?
─No, absolutamente no. Por caso, operamos en Alemania -yo soy ciudadano alemán-, que es muy estricto en cuanto a GDPR. Creo que lo que pasó en España y Portugal es que tuvimos una adopción muy rápida, muchas descargas y, debo reconocer, históricamente no hemos hecho un buen trabajo en explicar el proyecto a los gobiernos antes de que se implemente el sistema. En España hubo muchos logueos de menores de edad y eso generó problemas también.
─El ecosistema cripto es auditable y descentralizado, pero también es una opción muy usada para mover dinero en el mundo del ciberdelito -ransomware, por ejemplo- y el lavado de dinero. ¿Es otra dificultad a la hora de hablar del proyecto?
─Totalmente. Creo que muchas de las explicaciones que tenemos que hacer es que estamos construyendo sobre un firmamento cripto. En Asia, por ejemplo, es completamente opuesto: la blockchain está vista como algo positivo y que hasta los Gobiernos impulsan, en contraposición a Europa y Estados Unidos. Espero que eso cambie pero, para contestar tu pregunta, no es un problema particular que tengamos sino más bien un estigma general del ecosistema cripto.
─La inteligencia artificial permeó todas las discusiones tech del último año y medio. Es un avance, pero también se usa con fines maliciosos (deepfakes, por ejemplo). ¿Cómo piensan este problema?
─Creo que estamos en camino a una transición hacia la cual la IA va a ser algo como internet. Vamos a dejar de hablar de grandes compañías para hablar de IA en términos generales, como pasó con internet, que lo usamos en nuestra vida cotidiana. Creo que va a ser la aceleración más grande del progreso humano de la historia: curar enfermedades, hacer avances científicos y más. Pero como sociedad, pienso en una analogía con los autos, para los cuales necesitamos construir calles. Tenemos que ponernos al día con la infraestructura de la IA para poder usar ese progreso. Por supuesto, se puede usar para crear cosas buenas pero otros actores pueden usarla en sentido malicioso, pero creo que podemos manejarlo.
─¿A qué apunta Tools for Humanty en ese ecosistema?
─A construir las herramientas para ese mundo que nos ayudarán a elevar a la humanidad con IA.
─¿Cuál es el punto débil de Worldcoin?
─La falta de explicación sobre cómo es el proyecto. Hay que explicar y después implementar. Creo que por eso tuvimos problemas en algunos países y no creo que esos problemas desaparezcan del todo, nunca: le pasó a Uber y Airbnb, que enfrentaron cierres por parte de gobiernos. Es la naturaleza de un producto que crece rápidamente. Por eso me estoy juntando con gobiernos y reguladores, para adoptar el sistema sin comprometer la libertad o privacidad de los usuarios. Creo que va a ser desafiante, pero es la naturaleza de estas tecnologías.