La movilización popular comenzó en Parque Lezama y terminó en el playón de la Bombonera, justo a la misma hora que debía empezar el recuento de los votos. Entonces, Juan Román Riquelme se subió a una tarima y se mostró como un político en el cierre de la campaña. Agradeció a esos fieles que lo acompañaron en una caravana multitudinaria que lo tuvo como protagonista y les pidió “por favor” que no dejen “que intervengan el club”.
Fue el desenlace de una tarde gris que de pronto tomó color con la pasión de ese grupo de alrededor de diez mil hinchas que se pronunciaron a favor del vicepresidente ídolo. El propio Riquelme se sumó a la caminata que tuvo consignas fuertes contra la oposición, especialmente apuntadas a Mauricio Macri, quien acompañará a Andrés Ibarra en la fórmula de “Unidos por Boca”.
“Aunque Macri no quiera, vamos a votar, de la mano de Román”; cantaron los fanáticos, todos vestidos de azul y oro y con banderas de distintos puntos del país: San Luis, Ushuaia y Comodoro Rivadavia, por citar algunos casos. Muchos aprovecharon los pasajes y las estadías que habían reservado con antelación y aunque no se votó por decisión de la Justicia, se quedaron para hacerle el aguante al candidato del oficialismo y a Jorge Amor Ameal, quien también caminó entre la gente y se sacó fotos.
Jorge Amor Ameal estuvo en la marcha. Foto: Maxi Failla«Hoy tendríamos que haber vivido una fiesta y no pudimos hacerlo. Ese señor va por la intervención de nuestro club, y eso no lo podemos permitir. El club es de todos los hinchas, es de los socios y de los millones de hinchas que tenemos”, disparó Riquelme en referencia a Macri.
A Román nadie le saca de la cabeza la idea de que la oposición trabó la elección en los tribunales para forzar la intervención de la IGJ. Ni siquiera, a pesar de esos 13.364 socios cuestionados, de los cuales reconocieron 3.600 irregulares en la mediación del jueves. El ex enganche sabe que Macri es un rival poderoso y cuenta con el apoyo del Presidente electo. A fin de cuentas, Javier Milei se expresó públicamente a favor de Ibarra y ponderó a Martín Palermo, su máximo ídolo y candidato a entrenador por la lista opositora.
«Ustedes le prestan la cancha a nuestros jugadores, esa es la verdad. Por eso les pido por favor que no podemos dejar de ninguna manera que nos intervengan el club. Es lo que quieren, no piensen otra cosa que eso, no se dejen comer la cabeza con otra cosa«, insistió Riquelme, quien llegó hasta Irala y Aristóbulo del Valle a bordo de una camioneta blanca junto a Blas Giunta, Chiche Soñora y Antonio Barijho al grito de “soy bostero, es un sentimiento, no puedo parar”. Tanto cantó que estaba disfónico y quedó claro a la hora de su discurso.
Una multitud en la Bombonera. Foto: APDesde el sector de la oposición vinculan la movida de Riquelme a una cuestión política. Dicen que tiene el apoyo de La Cámpora y un sector del peronismo. Sin ir más lejos, Sergio Massa es amigo del ex futbolista. No obstante, al que se lo vio ayer entre la multitud fue a Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas saliente, quien se expresó en las redes sociales: “Vine a acompañar esta impresionante movilización en apoyo a Riquelme. Hoy los socios deberíamos haber votado libre y democráticamente, pero una jugarreta judicial de Mauricio Macri lo impidió. Necesitamos clubes fuertes para integrar, contener y fortalecer a nuestra juventud, lo que Boca está haciendo actualmente es un muy buen ejemplo. Esto es por Boca y es por todos los clubes de barrio de la Argentina”, soltó el funcionario que el 10 de diciembre dejará su cargo.
El kirchnerismo, lógicamente, está con Román. También, Rafa Di Zeo. Ayer, el ídolo estuvo custodiado por Skeletor Maciel, Tyson Ibáñez y Topadora Kruger. El jefe de la barra no se dejó ver.
Riquelme, rodeado por una multitud. Foto: Maxi FaillaEn las últimas horas, desde el oficialismo filtraron la información de que Sergio Abrevaya, diputado del GEN, es socio de Boca desde febrero de 2019. Se trata del hermano de la juez que pidió la suspensión de las elecciones. Es más, según pudo averiguar Clarín, buscarían recusarla.
Cuando dominaba la bronca por la final perdida en Brasil, por la eliminación de la Copa Argentina y el traspié en la Copa de la Liga que le impidió clasificarse a la Libertadores 2024, la judicialización de las elecciones cambió el escenario. ¿Cuántos de los que se movilizaron el domingo pueden votar? ¿Cuántos son activos y cuántos adherentes? Se verá. Por ahora, Román salió a jugar en un terreno diferente al que lo transformó en un crack. Pero la pelota está en poder de la Justicia.