Separadas al nacer. Gemelas idénticas, una rica, la otra pobre. Identidades cambiadas. No hay elementos novedosos en esta historia y sin embargo algo hace de Romina poderosa (Netflix) una serie larga duración adictiva. Oda a lo trillado, museo del culebrón aderezado con los ingredientes que hoy generan más demanda: acción, redes mafiosas y romance entre balas.
Este fenómeno producido por Caracol Televisión forma parte de esa tendencia en el streaming, la de los productos hipnóticos de 50, 100 capítulos (en este caso 65 de una hora cada uno) que enseguida aparecen entre lo más visto. En un mundo frenético, con poca paciencia y ojos necesitados de brevedad, La reina del Flow, La reina del Sur, Las muñeca de la mafia y tantas más capturan televidentes fuera del circuito de la TV tradicional.
Lo primero que hay que aclarar de esta serie protagonizada por Juanita Molina, David Palacio y el argentino Juan Manuel Guilera es que no se trata de un narcoculebrón como los antes mencionados, pero sí de una empresa no apta para retinas refinadas. Acá hay trazo grueso y cierta caricatura de personajes. El mérito es que la serie no pretende ser ni presumir de otra cosa. El guion se ata a los elementos del género telenovela, no traiciona su manual, nos muestra situaciones poco creíbles y da espacio a la fantasía.
Apasionada por el riesgo, fanática del Downhill (una disciplina de mountain bike basada en el descenso de montañas a toda velocidad), Romina es una muchachita valiente que con su bicicleta a cuestas intenta defender a su barrio de los hermanos Chitiva, la principal banda criminal de la zona. La aventura arranca cuando descubre que tiene una hermana a la que habían dado por muerta al nacer. Un giro la llevará a tomar el nombre y el lugar de su gemela, entre lujos y un plan de venganza.
La serie es una invitación al color de los suburbios colombianos y su lunfardo, sus matones, sus usureros y su vecindario más noble, así como también a una mirada religiosa de esos santos paganos pueblerinos. La supuesta muerte de Romina la convertirá en un espíritu barrial al que los vecinos rendirán honores y se encomendarán mientras se desata una guerra entre la policía y la mafia.
Romina Poderosa (serie de Netflix)Entre la violencia, la pila de asesinados y los villanos arquetípicos, la historia propone un triángulo amoroso con el policía que flechó a Romina en su «anterior» vida (Calidoso, Palacio) y el porteño del que ela se irá enamorando lentamente (Santiago, Guilera), el novio de su gemela.
Lo distintivo del cuento tal vez sea no caer en la típica expedición por las capas de las bandas narcotraficantes, sino que propone otra problemática propia de Colombia, los «gota a gota», los prestamistas ilegales que conforman bandas de crimen organizado. En ese universo turbio y salvaje, los delincuentes se aprovechan de la desesperación y la vulnerabilidad económica y acompañan sus estrategias de cobro con intimidaciones, extorsiones y asesinatos.
Guilera y Molina en «Romina poderosa».La justiciera Romina, sedienta de revancha, hara equilibrio entre sus cuestionamiento morales, su vulnerabilidad y su costado villano. Estará dispuesta a autodestruirse si es necesario en pos de su causa. Habrá que ver si, como cuando pedalea furiosa en las competiciones barriales de ciclismo, vuela airosa o se desploma.
Ficha
Calificación: Regular.
Género: Drama/Acción/Suspenso. Protagonistas: Juanita Molina, David Palacio, Juan Manuel Guilera, Zharick León. Creación: Rafael Acuña. Dirección: Rafael Martínez Moreno. Emisión: 65 capítulos, por Netflix.